El notario Juan José Martínez Román, de 54 años, falleció ayer al mediodía en el suelo del patio de clientes de su despacho profesional, en la céntrica calle de Ramón Gallud, en Torrevieja, cuando intentaba defender a una de sus empleadas y calmar a dos atracadores que, minutos antes, habían entrado a cara descubierta y armados con una pistola para llevarse el dinero de la caja. Martínez Román recibió un impacto en el vientre que le afectó una arteria y se desangró pese a que los servicios de emergencia intentaron durante cerca de una hora salvar su vida. El atraco conmocionó a la ciudad y al cierre de esta edición la Guardia Civil seguía la pista a los dos asaltantes que protagonizaron este asalto de trágicas consecuencias del que obtuvieron poco más de 400 euros.

Después del disparo huyeron a la carrera mientras que los clientes de la notaría y los trabajadores de la misma no salían de su estupor y daban aviso a los servicios de emergencia, a la Policía Local y a la Guardia Civil. Martínez Roman falleció pasada la una de la tarde y la magistrada de guardia, Isabel Flors, quien se trasladó a la notaría al frente de la comisión judicial para realizar el levantamiento de cadáver, está a la espera de las pesquisas que dirige el Grupo de Homicidios de la Guardia Civil de Alicante.

El relato de los hechos es coincidente por todas las personas consultadas ayer por el periódico. La notaría de Juan José Martínez Román comparte instalaciones con la de Tatiana Martín Ruiz, en la actualidad embarazada, y es un dúplex que ocupa una primera y una segunda altura. Martínez Román tenía siete trabajadores y otros tantos su compañera. Ayer era un día de ajetreo, con varias escrituras por firmar y numerosos clientes -una veintena- en las instalaciones. Los dos ladrones entraron pasadas las 12 horas y hablando un buen castellano, pero con acento, y se dirigieron a una empleada que se encarga de llevar la caja. La mujer, ante los requerimientos de los dos atracadores, les entregó el dinero que tenía allí, una cifra que rondaba los 400 euros. El dinero no les satisfizo y comenzaron a pedir más.

Otra de las empleadas, viendo el giro que estaban tomando los acontecimientos, se dirigió al despacho del notario a fin de informarle de lo que estaban pasando. El hombre salió y se dirigió a los atracadores en tono apaciguador. Según el relato de los testigos al que ha tenido acceso este diario, se acercó a uno de ellos e intentó calmarlo, poniéndole una mano encima del hombro para que dejara de atosigar a su empleada. En ese instante éste se giró y le disparó a pocos centímetros en el vientre. Martínez Román se desplomó allí mismo y, en mitad del revuelo, los dos asaltantes huyeron a la carrera.

El edificio donde ocurrieron los hechos está en la calle más céntrica de Torrevieja donde tiene su sede una de las emisoras de radio de la ciudad -Onda Cero-. En sus estudios se oyó la detonación. "Fue como un trueno", decía un trabajador. Después llegó el olor a pólvora y el silencio.

Dificultad

En pocos instantes la calle se llenó de un gran revuelo porque algunas de las personas que estaban en la notaría salieron a la carrera pidiendo ayuda y el tráfico se colapsó. El notario respiraba con dificultad y quedó semi inconsciente. El disparo le perforó una arteria y, pese a todos los esfuerzos, no se pudo hacer nada por él.

El médico del Samu que acudió junto al resto del equipo estuvo realizando maniobras durante cerca de una hora pero todo fue imposible. "Venía y se iba, yo lo vi muy mal desde el primer momento. Sabía que no se salvaba", dijo un amigo. Compañeros de la notaría, clientes y trabajadores entraron en una situación de crisis, nervios y tristeza que obligó a desplazar al lugar una segunda ambulancia para atender posibles ataques de pánico e histeria.

La Guardia Civil desplazó al lugar a dos equipos. Uno de ellos el de Policía Judicial de Torrevieja que se encargó de peinar con detalle las instalaciones en busca de cualquier indicio o prueba que permita la localización de los dos atracadores, que salieron en direcciones distintas y se perdieron a la carrera. Para los investigadores, que anoche seguían trabajando para localizar a los atracadores, no hay más móvil que los 400 euros que se llevaron.