Un ciclo de conferencias que se impartirán la semana que viene en el Salón de Grados Alfredo Orts del edificio de Óptica del campus de San Vicente del Raspeig, en la Sede Ciudad de la UA y en el Aula de Cultura de Caja Mediterráneo marcarán el inicio de la segunda edición de la Cátedra Jane Goodall en la Universidad de Alicante. Estas ponencias se celebrarán del 28 al 30 de noviembre, por la mañana en el campus y por la tarde en la Sede y el Aula de Cultura, y contarán con la participación del presidente del Instituto Jane Goodall en España (IJGE), Ferrán Guallar; el director de la Cátedra Jane Goodall, Germán López; la primatóloga del IJGE Laia Doltras, la también primatóloga del IJGE Liliana Pacheco, la asistente senagalesa de investigación Diba Diallo, el alumno becado por la Cátedra Jane Goodall Abraham Mas García y la representante del Regroupament des Femmes de Popenguine pour la Protection de la Nature Woulimata Thiaw. Tras la conferencia del alumno becado Abraham Mas se hará pública la nueva convocatoria para este curso. La otra estudiante becada, Neus Estela, se encuentra en Senegal, donde está desarrollando un proyecto de educación ambiental con el Instituto Jane Goodall.

"Creo que serán conferencias muy atractivas, porque van a presentar experiencias de primera mano de mujeres que trabajan en proyectos en África y que están contribuyendo a cambiar su sociedad. Algunas conferencias tendrán un cariz más científico, relacionadas con la investigación y conservación de los chimpancés, y otras tratarán de transmitir la valentía y empuje de mujeres que adoptan papeles protagonistas en la conservación de su entorno, muy distintos a los que la sociedad tradicional espera de ellas", señala Germán López sobre las ponencias.

En las palabras del director de la cátedra se aprecia que la mujer es la gran protagonista de esta segunda edición del proyecto. De hecho, el lema de este año es Mujer y conservación de la naturaleza en África. "En todo el continente las mujeres son responsables de interacciones con el medio en general y los bosques en particular basadas en la obtención de los recursos que necesitan para la supervivencia de sus familias. En muchas sociedades africanas ellas obtienen el combustible para cocinar, cultivan la tierra y recolectan otros recursos como frutas, tubérculos y plantas medicinales. Las mujeres han sido tradicionalmente las que han adoptado una función recolectora a pequeña escala, pero fundamental para la economía local", indica López.

El director de la cátedra también explica el resto de cambios de esta segunda edición: "Se mantienen todas las líneas iniciadas en el curso pasado y la principal novedad es la realización de proyectos de cooperación en Senegal. Hemos presentado dos proyectos a convocatorias públicas. Uno de ellos está financiado por el Vicerrectorado de Relaciones Internacionales y Cooperación y tiene al propio Instituto Jane Goodall como contraparte y consiste en la creación de un vivero de Saba senegalensis, que será gestionado por la Asociación de Mujeres de Dindefelo, en el sur de Senegal. El otro lo presentamos a la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo. Ha sido preseleccionado y estamos esperando su publicación definitiva en el BOE. Este segundo proyecto es de cooperación académica con el Instituto de Ciencias Ambientales de la Universidad Cheikh Anta Diop de Dakar".

Sensibilización ambiental

Germán López tiene claro cuál es el propósito de la presente edición de la Cátedra: "Nos planteamos una diversidad de objetivos relacionados con la conservación del medio ambiente como uno de los pilares imprescindibles para el bienestar humano, por lo tanto implicando a la sociedad como protagonista. En este contexto se incluye la sensibilización ambiental y la difusión de iniciativas relacionadas con la conservación y el desarrollo sostenible. Dado que estamos en un contexto universitario pretendemos contribuir a la formación de los estudiantes en medioambiente facilitando su participación en proyectos de investigación en este campo. Y también es uno de nuestros objetivos solicitar y llevar a cabo proyectos en el campo de la biología de la conservación y la cooperación para el desarrollo con comunidades locales".

Sobre el primer año de la cátedra, su director opina que fue "ilusionante". "Pudimos comprobar el potencial del trabajo que se puede llegar a hacer con la cátedra. Nos tuvimos que poner manos a la obra contra reloj, ya que la cátedra se creó en el verano de 2010 y para el curso que empezaba queríamos desarrollar ya actividades en la mayoría de las líneas de trabajo que nos habíamos propuesto. Conseguimos estirar al máximo el presupuesto aportado por la Obra Social de la CAM, que financia también a pesar de la crisis financiera el programa de actividades de este año, e implicar a otras instancias de la Universidad de Alicante, como la Facultad de Ciencias, el Vicerrectorado de Alumnado y la Sede Universitaria de la Nucía, y el Ayuntamiento de esta población. Así se organizó un ciclo de conferencias basado en el lema escogido ese año para el Día Internacional de la Diversidad Biológica que fue La biodiversidad para el desarrollo humano y la mitigación de la pobreza. El ciclo abordó experiencias de ONG y grupos de investigación españoles en cuatro continentes -Europa, África, América Latina y Asia- que fueron rotando entre la propia Universidad, el Aula CAM de Alicante y la Sede y colegios de La Nucía, y por tanto llegaron a un público diverso, desde universitarios a escolares", explica López.

Por último el responsable del proyecto entre la Universidad de Alicante y el Instituto Jane Goodall da su opinión personal sobre la naturista, activista y primatóloga inglesa que da nombre a la cátedra: "Es una figura gigante embutida en un cuerpo menudo y humilde. Su contribución científica ya sería suficiente para pasar a la historia pero además es una luchadora infatigable a favor de la conservación, la educación y en general una vida ética y feliz para todo el mundo". Ese espíritu es el que se quiere trasladar a los jóvenes estudiantes de la UA.

Un vivero para el progreso de Senegal

La colaboración entre la UA y el Instituto Jane Goodall se refleja, entre otros aspectos, en la realización de dos proyectos en Senegal. El primero se plasma en la localidad de Dindefelo. "Se trata de un vivero para producir un fruto, llamado lare en pulaar, o madd en wolof, dos de las lenguas locales de Senegal, cuyo nombre científico es Saba senegalensis", explica Germán López. Sobre el segundo indica que "es un proyecto de cooperación académica, pero relacionado también al anterior. Se titula Reforzamiento de las capacidades del Instituto de Ciencias Ambientales de la Universidad Cheikh Anta Diop de Dakar y de las comunidades locales del sur de Senegal: conservación y valorización de la biodiversidad para un desarrollo sostenible".