El cambio de modelo productivo, dejando el ladrillo de lado para dar paso a las nuevas tecnologías, comienza a ser una realidad en la provincia. Los servicios al emprendedor de la Universidad de Alicante (UA), pertenecientes a la Unidad de Innovación, han impulsado la creación de tres Empresas de Base Tecnológica (EBT) formadas por investigadores de diferentes sectores como la química inorgánica, la ingeniería química o la biotecnología.

Los jóvenes doctores e investigadores, que han decidido dar el salto y apostar por la creación de su propia empresa coinciden en que esta opción es arriesgada, pero que supone la gran oportunidad de ver nacer y desarrollar un proyecto desde el principio, que además les apasiona.

"Quisimos que la investigación que realizamos en la universidad pública, que consideramos de gran interés para la sociedad, no se quede aquí como otros tantos proyectos", asegura Bernice Guerri, gerente de Glen Biotech, una EBT que pretende aportar soluciones sostenibles al problema de plagas en plantas de interés agrícola como en el caso del picudo rojo en las palmeras. Guerri afirma que se está comenzando a potenciar este tipo de iniciativas, que según subraya, tienen un beneficio económico a muy largo plazo y que en su caso puede llegar a tardar hasta 15 años.

Desde el Vicerrectorado de Investigación, Desarrollo e Innovación señalan que el reto hoy se encuentra en la transferencia de la tecnología, en permitir a las empresas participar y desarrollar proyectos punteros en investigación. En este sentido, el responsable del vicerrectorado, Manuel Palomar, indica que "las EBT canalizan la incorporación de las nuevas tecnologías e innovación al tejido empresarial alicantino" y que "su mayor valor añadido se materializa en la creación de empleo de alta cualificación y capacidad competitiva en mercados en los que hasta ahora no habíamos podido acceder". Así, señala que "por todo ello, el fomento y la consolidación de estas iniciativas empresariales se hace absolutamente necesarias para apoyar la estrategia de cambio de modelo productivo".

Uno de los impulsores de Olax 22, firma dedicada a reducir el impacto contaminante de los residuos de las tintas de impresión, Andrés Fullana, especifica que las EBT no funcionan como "colocador de investigadores que de no participar en estos proyectos estarían en el paro", ya que confía ciegamente en las capacidades de sus alumnos y se muestra convencido de que tendrían cabida en la empresa privada. Una opinión que no comparten del todo los jóvenes investigadores que participan en esta empresa, ya que ven en ella una gran oportunidad de futuro, que además gestionarán ellos mismos.

Gas To Materials Technologies, creada por cuatro investigadores promotores, nació en el mes de junio y ya cuenta con un cliente comercial en Estados Unidos. Esta EBT alicantina es una de las pocas del mundo, según afirman dos de sus impulsores, en desarrollar máquinas que sirven para el análisis de adsorción de gases sobre sólidos, en especial para intentar dar solución al almacenaje de combustible en los coches de hidrógeno. "Nuestro producto es el resultado de una investigación de décadas en el departamento de Química Inorgánica de la UA", explica el doctor en Química, Juan Pablo Marco. Enrique Gadea, ingeniero químico y socio de la firma, recuerda que la infraestructura que ofrece la Universidad en lo que se refiere al asesoramiento de empresarial les ayudó a lanzarse al mercado.

El futuro

Los servicios de la unidad de innovación gestionan hoy múltiples proyectos, quince de ellos muy prometedores, según califica una de sus técnicas, Olga Francés. Si bien la biología, la química y las nuevas tecnologías son los ámbitos donde más posibilidades tienen este tipo de empresas, especialidades como las ciencias sociales que buscan en las herramientas tecnológicas una forma de progreso también presentan proyectos con futuro comercial.