Aparte de costumbrista y sensual, ¿cómo definiría Paisatges de Valor?

Como una forma ideal de conmemorar el centenario del nacimiento de Enric Valor, uno de los protagonistas de la puesta al día de los valencianos en la modernidad europea y un ser querido por esta comunidad, ya que estudió en la UA y fue nombrado doctor honoris causa.

¿Cómo son los paisajes que describía Enric Valor?

Los paisajes de su tiempo no son tan diferentes de los del nuestro. El territorio actual ha sufrido un urbanismo salvaje en su primera línea, pero en segunda y tercera los paisajes muestran una genialidad impresionante. Los protagonistas de las rondalles de Enric Valor no son los gigantes ni las brujas, sino los paisajes, sobre todo los del sur de la Comunidad Valenciana, los de las comarcas cercanas a la UA. Estos textos nos expusieron en un contexto político muy concreto, y más teniendo en cuenta que escribió la mitad desde la cárcel, superando la censura franquista. Fue su homenaje al país de los valencianos, a su realidad geográfica y a su imaginario colectivo. En Cataluña tuvieron a Josep Pla y nosotros a Enric Valor.

¿Cuál es la trascendencia de sus obras con el paso del tiempo?

Creo que la obra de Enric Valor, particularmente las rondalles valencianas, pasará a la historia. La sensualidad en la descripción del paisaje es todo un lujo, una obra imprescindible porque supone un punto de inflexión en el interés por la tradición oral y popular. A partir de ahí se produjo una eclosión de gente que comenzó a interesarse por estas leyendas.

¿Qué representa para usted la figura del escritor de Castalla?

Creo que es una persona imprescindible, de una trayectoria cultural única en la historia de Europa. No se puede comparar con nada su lucha durante cuarenta años de franquismo. Yo viaje a Frankfurt cuando invitaron a la cultura catalana a la Feria del Libro, donde pudimos jugar de tú a tú en la champions, y eso fue gracias a la lucha de gente como Enric Valor. Hay un gran consenso para entender la fascinante aventura de la cultura valenciana del siglo XX. Él era un señor en el término grande, con su bastón y su sombrero. Pero también con una fantasía que nos permitió reconciliarnos con nuestra imaginación.

Por eso se producen estos actos para conmemorar su figura todo el año...

No creo en las efemérides. Este año cumpliría 100 años y el que viene 101, y por eso no es mejor ni peor. Lo importante es que no son solo actos protocolarios, sino un homenaje para revisitar su obra. En el caso de Enric Valor se han organizado muchos estudios, conferencias, congresos... Es importante que el presente de los valencianos esté plagado de personas como él. Los alicantinos no tenemos famosos propios, más allá de futbolistas y toreros, y es interesante que cuidemos nuestros referentes, donde deben estar los escritores. Por eso hay que divulgar a creadores de su talla, y más desde la UA, que tiene una gran vocación provincial. Por lo menos es la impresión que yo he tenido cuando he trabajado en las sedes provinciales.

Desde la UA, ¿se ha sabido valorar en su justa medida a Enric Valor?

La UA hizo los deberes in extremis. Enric Valor era honoris causa en Castellón, Valencia y Baleares, y aquí no lo fue hasta 1999. Fue un poco tarde, casi hacemos el ridículo. Pero también pasaremos a la posteridad como la última institución que lo homenajeo en vida. Se cerró un círculo con un hombre que le dio mucho protagonismo a Alicante a lo largo de su vida. La UA es su universidad y para nosotros es un gran valor, porque es el reflejo de nuestra propia cultura.

El año pasado se puso en marcha la Biblioteca Enric Valor en la Sede Ciudad de la UA.

Sí, fue montada por la delegación del Instituto de Estudios Catalanes en Alicante. Fue una iniciativa justa y necesaria, un reconocimiento que va más allá del simbolismo, con un fondo especializado sobre su obra.

¿Durante el verano seguirán los actos de reconocimiento?

Además de múltiples conferencias por la provincia, el Instituto Interuniversitario de Filología Valenciana organizará diversas jornadas, se está preparando un portal dedicado a su obra en la Biblioteca Virtual Joan Lluís Vives, el área de las letras catalanas de la Miguel de Cervantes, se celebrará un congreso monográfico en noviembre y en otoño se inaugurará otra exposición, El valor de les paraules.

¿Cuál es el momento actual de los estudios de Filología Catalana en la UA?

Son unos estudios emergentes, en los que se ha duplicado la demanda con la llegada de los nuevos grados. Teníamos incertidumbre por cómo afectaría el espacio europeo a unos estudios tan específicos, y nunca como antes ha sido tan elevada la nota de corte. También podemos decir con voz alta que ningún estudiante sale de la UA con un mercado de trabajo tan amplío como los nuestros.