«Una estructura más grande de lo que había realizado nunca, con un material que no he utilizado y con alumnos que tampoco habían hecho nada parecido. Misión imposible. Conclusión, me apunto». El catedrático de la Escuela de Arquitectura de Nápoles Federico II Sergio Pone bromea con el reto lanzado por el director de Proyectos de Arquitectura de la Universidad de Alicante, Javier Sánchez Merina, en el marco de la Semana Internacional que se cerró ayer en la Escuela Politécnica.

Pone ha sido el encargado de dirigir a un total de cuarenta alumnos, con un gran número de Erasmus implicado, que se pusieron manos a la obra el pasado lunes para levantar una gran estructura flexible que ocupara los 200 metros cuadrados del patio de la facultad. El material, diez kilómetros de cañas procedentes del río Segura y trozos de alambre para unirlas. «Se trata de un material muchas veces denostado que he querido poner en valor porque es natural y de la zona y con él se puede crear una línea de investigación para desarrollar suelos o cubiertas», explica Sánchez Merino. Para ello, contactó con Pone, especialista en construir este tipo de estructuras al aire libre, aunque normalmente de madera.

Los alumnos realizaron por grupos siete maquetas con varillas de fibra de vidrio y entre ellas eligieron a la ganadora que se ha convertido en realidad, eso sí, añadiendo ideas de las restantes.

«Es muy difícil pensar cuál es la posición final de cada caña para crear la estructura diseñada porque normalmente para eso usamos el ordenador pero aquí vamos sobre la marcha haciendo pruebas y uniéndolas sin que se rompan», indican Beatriz Burrueco y Johannes Schneider, que aseguran que con este tipo de talleres «aprendemos mucho y nos relacionamos más entre nosotros».

La lluvia les impidió ayer rematar la obra como estaba previsto, pero han levantado tres cuartas partes y continuarán a partir del martes para terminarla.