El final de las vacaciones de Navidad tiene desde hace unos años una especial significación para los universitarios, debido a que la vuelta a las aulas no implica que se retomen las clases, sino el inicio de los exámenes del primer cuatrimestre. No hay jornadas lectivas de por medio, sino solamente dos días que pueden considerarse como la última oportunidad para estudiar con calma. Desde este miércoles, 10 de enero, y hasta el próximo viernes 26, miles de alumnos de la Universidad de Alicante (UA) se evaluarán de las distintas materias que están cursando. Y para todos ellos eso implica, en mayor o menor grado, sentir el nerviosismo de enfrentarse a las pruebas.

Durante estas tres semanas, la vida académica se transforma por completo. La actividad administrativa y los distintos servicios se desarrollan con absoluta normalidad, pero los profesores cambian las clases por la preparación y corrección de exámenes, y el trasiego habitual de alumnos por el campus a lo largo de todo el día se vuelve quietud. El ir y venir cotidiano se sustituye por el silencio de las bibliotecas, en las que gran parte de los estudiantes van a pasar la mayor parte del tiempo hasta el 26 de enero. Sólo en el exterior de las salas de estudio, en donde los alumnos comentan cómo va el repaso a la materia, cobra bullicio estos días.

Dos personas caminando este martes 9 de enero por el campus de la UA, aparentemente vacío. Foto: Isabel Ramón.

Como es habitual, la Biblioteca General cuenta con un horario especial en estas fechas. Además de la Sala 24 Horas, la planta primera abre como sala de estudio hasta las 2.30 de la madrugada, y también la segunda planta hasta esa misma hora los fines de semana. No son pocos los estudiantes que acuden durante la noche al campus porque se concentran mejor allí para repasar que en casa, de la misma forma que ocurría en las pasadas fiestas de Navidad. También la sala de estudio de la calle San Fernando, en el centro de Alicante, abre durante las 24 horas en este período. Todos los alumnos consultados durante este reportaje, tanto los que aportan su testimonio directo como otros que han preferido no hacerlo, afirman que estas semanas la biblioteca y las máquinas de venta de comida y bebida del exterior se convierten en poco menos que su hogar.

Entre ellos, Gonzalo Ferrando, Victoria Frutos e Inés Fernández, alumnos de Ingeniería Robótica, que este mismo miércoles tienen ya su primer examen. La jornada se aguarda con ansiedad: "Hay que hacer muchos ejercicios en los exámenes y, a lo mejor, estás haciendo uno y ya al final te das cuenta de que no vas bien y tienes que volver a empezar, y ya no sabes si te dará tiempo a terminarlo todo", señala Victoria. Una "falta de tiempo" a la que también alude Gonzalo. "Nuestra vida ahora es ir a la biblioteca todos los días", apostilla Inés, quien hace hincapié en la obligación implícita de acudir pronto para encontrar sitio.

El Centro de Apoyo al Estudiante (CAE) cuenta con un servicio de asesoramiento psicológico y psicopedagógico que estas semanas está también a disposición de los alumnos por si necesitan alguna orientación o algún consejo. Los tres estudiantes de Ingeniería Robótica señalan que no se han planteado de momento acudir a él, porque, según comenta Victoria, "aunque te den consejos, te tienes que organizar tú". La oficina de la Defensora Universitaria, Cecilia Gómez, sí que recibe en cambio más consultas y quejas en esta época, tal y como señala, a menudo relacionadas con la calificación obtenida en alguna materia o con dudas acerca de los exámenes.

El transporte hasta el campus también se ve en ocasiones alterado en estas fechas, sobre todo el que se realiza de manera especial desde distintas poblaciones. No es el caso de Victoria e Inés, que residen junto al campus, ni tampoco de Gonzalo, que vive en El Campello y acude en TRAM "y tardo tanto en llegar como en cualquier otra época del año". Tampoco es esto un problema para Guillermo Benavent, alumno de Geología, puesto que también vive muy cerca del campus y acude a pie. Él también tiene este miércoles su primer examen, aunque se muestra relativamente tranquilo: "Me evalúo de todas las asignaturas muy pronto, por lo que empecé a estudiar ya antes de Navidad". Pero aún así, recalca con una mezcla de resignación y buen humor, "me paso todo el día en la biblioteca", hasta el punto de no poder acudir a entrenamientos de waterpolo, deporte en el que está federado. Pese a todo, no se desespera: "Es mucha materia pero creo que si se lleva al día se puede sacar adelante".

Estudiantes en el campus de la Universidad de Alicante, este martes 9 de enero. Foto: Isabel Ramón.

Tampoco está muy agobiada, aunque sí algo nerviosa, Diana Bosshardt, al contrario que su amiga Mónica Asensi, quien empieza a sufrir una cierta ansiedad ya a media mañana. Ambas estudian el Grado en Español: Lengua y Literaturas, aunque en cursos distintos; Mónica está ya a punto de terminar la carrera "y quiero obtener buenas notas para poder hacer un máster fuera de Alicante el curso que viene", lo que le genera mucha intranquilidad. Por ello, se ha propuesto acudir cada día a la biblioteca "de ocho de la mañana a ocho de la tarde". Diana intentará tomárselo con algo más de calma, aunque de todos modos sabe que pasará también muchas horas en la sala de estudio: "Hemos tenido muchos trabajos hasta finales de diciembre y hasta última hora no me he podido concentrar". Ambas optan también por ir a primera hora, "porque después puede costarte encontrar sitio".

Como estos estudiantes, otros muchos comentaban cómo avanzaba el estudio en la última jornada antes de iniciarse las evaluaciones, en un campus por lo general mucho más vacío en apariencia que en otros momentos del curso. Sólo en apariencia, cabe destacar, porque la ocupación de los aparcamientos revelaba que la mayor parte de la comunidad universitaria estaba allí. Eso sí, los estudiantes, en su mayoría arremolinados en las bibliotecas y su entorno, estudiando o tomándose un respiro antes de volver a encerrarse entre libros, apuntes y documentos guardados en la memoria del ordenador portátil o en el campus virtual. Quedan por delante tres semanas de exámenes, antes de que el comienzo del segundo cuatrimestre venga a suponer un respiro.

Las opiniones

Gonzalo Ferrando: "Me veo con falta de tiempo, y además tardo mucho en llegar al campus desde El Campello".

Victoria Frutos: "A lo mejor estás haciendo un ejercicio y ya al final te das cuenta de que no vas bien y vuelta a empezar".

Inés Fernández: "Nuestra vida consiste ahora en ir a la biblioteca todos los días".

Guillermo Benavent: "Tengo todos los exámenes muy pronto, así que empecé a estudiar antes de Navidad".

Diana Bosshardt: "Hemos tenido muchos trabajos hasta finales de diciembre y he tardado en empezar a estudiar".

Mónica Asensi: "Necesito buenas notas para hacer un máster el año que viene y eso me pone más nerviosa".