El catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad de León y ex eurodiputado Francisco Sosa Wagner defendió ayer durante una conferencia en la Universidad de Alicante (UA) que es «rigurosamente imposible» reformar la Constitución ahora mismo, puesto que ese paso «exige la existencia de una sociedad integrada» y esa situación ahora mismo no se da en España. Al respecto, el experto señaló que en la actualidad «un 30% de los diputados no creen en la Constitución tal y como está diseñada», ya que rechazan el sistema de monarquía parlamentaria y defienden uno republicano, y hay parlamentarios que «simplemente no creen en el propio Estado español», al situarse en posiciones nacionalistas o independentistas. Por ello, considera que no se da la situación de una sociedad que «crea y participe de unos mismos valores» como los que recoge la Carta Magna y que, en consecuencia, resulta imposible modificarla de una manera sustancial que, entre otros aspectos, resuelva la crisis territorial que se vive ahora con el independentismo en Cataluña.
Sosa Wagner fue el ponente de la segunda jornada del ciclo «España y Europa ante el independentismo», que organiza la Cátedra Jean Monnet de Historia e Instituciones Comunitarias de la UA, en colaboración con el Área de Derecho Constitucional del Departamento de Estudios Jurídicos y del Estado. En su conferencia, que llevaba el título «Fragmentación del Estado y reforma constitucional», el jurista consideró que los «problemas de desintegración de nuestra sociedad» están «convirtiendo la política en un laberinto del que no sabemos cómo se va a salir». Indicó que las propuestas de reforma de la Constitución que se están planteando, como que el Senado sea una cámara de representación territorial, «están fuera de lugar», dado que «el Congreso es la cámara territorial de España». Al respecto puso como ejemplo que el Gobierno haya necesitado el apoyo de partidos regionales minoritarios como el PNV, Foro Asturias y Coalición Canaria para la aprobación de los presupuestos. También criticó que el Senado se compare con el parlamento que en teoría sería su homólogo, el Bundesrat alemán, ya que aquél es «un foro de enfrentamiento político y no territorial».
El ponente volvió sobre esta cuestión al ser preguntado por una hipotética reforma electoral, un elemento que consideró «clave» y al que, señaló, no se suele aludir al hablar de la reforma constitucional. Sosa Wagner afirmó que «no tiene ningún sentido» mantener el actual sistema de elección de diputados, pero que «tanto el PSOE como el PP se han negado» constantemente a modificarlo «porque les venía bien» para la investidura de sus candidatos a presidente del Gobierno. Como ejemplo de lo que a su juicio supone un agravio -aunque no lo calificó así de manera explícita-, contrapuso los resultados de IU y del PNV en las elecciones de 2008. En ellas, la primera formación obtuvo 969.000 votos y dos escaños; la segunda, en cambio, tuvo el triple de diputados con sólo un tercio de los apoyos. Eso, aseveró, es un ejemplo de cómo España ha estado continuamente en manos de «unos señores que representan a muy pocos».
Sosa Wagner defendió que «no hay dudas de que la Constitución ha sido una herramienta de integración», pero que ahora la convivencia se ha «roto» de una manera «irresponsable» con el proceso independentista en Cataluña, «incluso entre los propios catalanes». Sostuvo también que la independencia de ese territorio sería «una debacle para Europa entera», al dar paso a una modificación de fronteras que «crearía el paso». El ex eurodiputado consideró que el futuro de la UE «pasa por el refuerzo de las instituciones comunes», citando a Comisión, el Parlamento y el Consejo de Ministros, aunque al mismo tiempo destacó que «la columna vertebral de Europa es la cultura».
