? «Es complicado sacar patrones de comportamiento. Las ondas sísmicas, cuando llegan a la superficie, se convierten en ultrasonidos, que pueden escuchar, por ejemplo, perros y caballos. Pero, ¿cada vez que ladre un perro es que va a ver un temblor?», reflexiona Tomás Cremades tras ser preguntado sobre si existen métodos exactos para conocer con antelación cuándo y dónde habrá un sismo. La respuesta es no.