Explorer, denominado hasta ahora Yuzz, es uno de los programas de impulso a ideas emprendedoras donde participa la Universidad de Alicante
Aquí se parte de la fase embrionaria del proyecto, con el objetivo de ayudar a que ideas surgidas de entre los propios estudiantes se conviertan en una realidad. Además, se centra en iniciativas asociadas a un perfil tecnológico, lo cual no quiere decir, no obstante, que los participantes procedan exclusivamente de carreras vinculadas directamente a la tecnología. Y ese apoyo se hace a través de una formación de seis meses.
¿En qué contenidos se incide durante esa formación?
Se trata sobre todo de dar claves para poder salir al mercado sin aturullarse, de saber cómo funcionan una empresa y el entorno empresarial. Que los participantes salgan con algo más que un plan de negocio, que tengan su idea enfocada al mercado. Y sin buscar al corto plazo, además; otras iniciativas aceleradoras de proyectos van a por la inmediatez, mientras que aquí hay un toque social y con mucha formación.
¿Quiere decir eso que se apela más a la colaboración que a la competición entre proyectos?
Sí, así es. El programa tiene unos premios para cada universidad en metálico, que obviamente vienen muy bien para el desarrollo de la idea y que todos quieren conseguir. Pero aquí lo más potente que se produce son las sinergias entre los emprendedores, que además es algo fundamental. Hemos tenido muchos proyectos que han acabado fusionándose entre sí. Y reitero que no se busca el corto plazo. Una idea puede ser un éxito aunque tarde en llevarse a cabo; lo importante es saber cómo poner en marcha un proyecto, ahora o dentro de diez años.
¿Qué tipo de proyectos son los más habituales en Explorer?
Aplicaciones para el móvil o plataformas digitales. Hay que tener también en cuenta la facilidad para aprovechar los recursos disponibles y materializar la idea: no es lo mismo poner en marcha una aplicación que una línea de diseño en una fábrica de calzado.
¿Cuál es el grado de demanda de este programa de apoyo?
Cada curso recibimos unas 100 peticiones para entrar en el programa pero sólo caben 20 en cada convocatoria. Por eso cuidamos mucho el proceso de selección, viendo cuáles tienen a priori más opciones de materializarse. Y más de la mitad de los proyectos logran ser una realidad sólida.
