Un parlamentario «con una formación humanística y una solvencia intelectual superior a la media, trabajador, discreto, ponderado e irónico». Así definió ayer el director de Documentación, Archivo y Biblioteca del Congreso de los Diputados, Mateo Maciá, al histórico dirigente socialista José Beviá durante el acto anual del Archivo de la Democracia, que estuvo dedicado a su memoria. Beviá, fallecido el pasado mes de julio, es presidente honorario de su consejo asesor y fue su viuda, Maribel Febrer, quien recibió, acompañada por su familia, y de manos del rector de la Universidad de Alicante (UA), Manuel Palomar, una placa de reconocimiento a su labor. Asimismo, Maciá le entregó una recopilación de su actividad parlamentaria.

Al acto, celebrado en la Sede Universitaria de la calle San Fernando, asistieron el alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, el de San Vicente, Jesús Villar, los concejales socialistas Eva Montesinos y Fernando Marcos, el de Compromís Natxo Bellido, vicerrectores, profesores, miembros del Archivo de la Democracia y público en general. En total, más de 120 personas que obligaron a habilitar otra sala desde donde seguir el homenaje.

El coordinador del consejo asesor del Archivo, el periodista José María Perea, se encargó de repasar el ejercicio de esta entidad que recoge fondos y documentación de la historia reciente y difunde a través de actividades y exposiciones los primeros años de la Democracia. En sus trece años de vida ha recibido 180 donaciones y ayer también se entregó una placa a los donantes de este año: el profesor universitario Juan Llaneras, la Fundación Cultural Miguel Hernández, el Círculo de Estudios Sequet pero Sanet de San Vicente, el periodista Antonio Beneito, el abogado y ex diputado de UCD Joaquín Galant y el catedrático Glicerio Sánchez.

Catedrático de griego en el Instituto Miguel Hernández de Alicante y profesor de la UA, Beviá dedicó casi toda su vida a la actividad política. Fue senador, diputado y el único alicantino que ha llegado a ser vicepresidente del Congreso.

Maciá realizó un repaso de su actividad en las Cortes durante 23 años -seis legislaturas- en la que se centró en la provincia de Alicante y en la educación. También contó algunas anécdotas como su costumbre de citar a los clásicos, poco habitual en el Congreso, y sus frases en griego que, según dijo, «llevaban de cabeza a los taquígrafos». Tras su dilatada etapa política, Beviá volvió a su otra vocación, la enseñanza. El rector destacó que fue un «maestro con mayúsculas» y en el trato personal «afable, cercano y con un buen criterio que añoramos».

Para cerrar el acto se proyectó un documental en el que el propio Beviá recordaba su vida y su labor docente y política.