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Tres décadas recorriendo mundo

La Facultad de Filosofía y Letras de la UA conmemora el 30 aniversario del programa Erasmus con una jornada sobre su experiencia académica y personal en el extranjero

Varios beneficiarios del programa Erasmus en la UA desde 1990 hasta ahora. ROBERTO RUIZ

El programa de movilidad internacional Erasmus se ha convertido en un clásico en el ámbito universitario. Cada año son miles los estudiantes que realizan estancias de un cuatrimestre o un curso entero en el extranjero, a la vez que son también muchos los que acuden a España para vivir una experiencia que suele ser tan personal como académica. Estas becas cumplen ahora 30 años, y la Universidad de Alicante (UA) lo celebra hoy con una jornada en la que se rememorará cómo la institución comenzó a implicarse en este programa y, sobre todo, se hablará de qué supone ser Erasmus tanto para un español que estudia fuera como para quien acude aquí.

Alrededor de 300 estudiantes de la UA disfrutan cada año de una beca Erasmus, una cifra que tiende a igualarse con la de los extranjeros que vienen a hacer una estancia aquí aunque históricamente éstos han sido más. Desde el curso 2003-2004 son 9.509 los alumnos de la UA que han pasado por esta experiencia, y el campus de San Vicente ha recibido a otras 15.241 personas. La Facultad de Filosofía y Letras concentra cerca de la mitad de estos estudiantes, por lo que no es extraño que sea ella la que organice y albergue esta conmemoración, a partir de las 11.00 horas en el Salón de Grados de su Edificio III. La Escuela Politécnica Superior y la Facultad de Económicas y Empresariales también tienen un importante nivel de movilidad.

La coordinadora del programa en el Decanato de Filosofía y Letras, Eva Lapiedra, explica que esta concentración del grueso de Erasmus tiene cierta lógica, al estar en ella los estudios de cinco lenguas -inglés, francés, árabe, español y catalán-, los de Turismo y los de Traducción e Interpretación. En esta última carrera «se va de Erasmus el 95% del alumnado y las excepciones casi siempre tienen alguna justificación», aunque incluso entre los estudiantes de Español y Catalán el porcentaje es alto. En esta última carrera, el programa lo coordina la profesora Elena Sánchez, quien estuvo de Erasmus en 1999 y que asegura que la experiencia «a casi todos nos ha cambiado la vida». Europa no es el único destino, ya que existen convenios con universidades de Argelia, Túnez e Irán, gracias a los cuales el alumnado de Estudios Árabes e Islámicos pueden hacer estancias en esos países, de igual forma que acuden estudiantes desde allí.

En el área de Traducción de Alemán, la coordinadora es la profesora Pino Valero, que se fue de Erasmus al país germánico en 1990 y que no sólo afirma que debe su trabajo a haber vivido esa experiencia, sino que además narra las enormes diferencias entre aquellos años y ahora. «No se quería ir nadie, pero yo me lancé porque era la forma de aprender alemán», señala. El cambio de moneda, el coste de los viajes en aquella época -nada que ver con los vuelos baratos que se pueden encontrar ahora- y las dificultades para comunicarse con la familia -por carta o, en todo caso, por teléfono a un precio desorbitado- eran contratiempos pero no obstáculos, algo en lo que coincide Juan Miguel Ortega, coordinador en Traducción de Inglés y que salió de Erasmus en 1995.

El alumnado que sale al exterior es menor en carreras como Historia, tal y como señala Gabriel García, coordinador del programa en esta área. Eso sí, hace hincapié en algo muy significativo: en esta titulación, muchas de las estancias se completan con el trabajo en excavaciones arqueológicas. Éste es el origen, por ejemplo, del convenio existente con la Universidad de Perugia, en Italia.

Por otra parte, los docentes destacan el perfil variado de quienes vienen a Alicante -les llama la atención el creciente número de asiáticos-, pero inciden en que «la ubicación hace mucho», tanto por el clima como porque algunos de los estudiantes tienen aquí familia, y eso les abarata mucho el coste de la estancia. La calidad de los estudios de Español y de Traducción e Interpretación es otro valor a tener en cuenta, junto con las atractivas características del campus. La Comunidad Valenciana, en general, recibe más Erasmus de los que envía, tal y como señala un informe de la Fundación CYD (Banco Santander) dado a conocer ayer. El País Vasco destaca como la automomía donde más estudiantes disfrutan de estas becas.

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