¿Hemos aprendido tras las grandes guerras o seguimos anclados en un mundo violento?
Tenemos una capacidad cada vez mayor para dar un diagnóstico de lo que ocurre pero falta aprender la manera de responder. No faltan instrumentos, sino voluntad política para adoptar un enfoque preventivo que impida que la violencia llegue a estallar. Desgraciadamente la comunidad internacional solo es reactiva cuando estalla la violencia, y selectiva, cuando la presión pública es tan fuerte que los gobiernos se ven obligados a actuar.
¿Diría que en Cataluña
Es un conflicto de naturaleza política y por tanto es necesario además de responder con la ley como hasta ahora, responder también en clave política.
¿Que recomendaría?
Me cuesta mucho incluir el tema de Cataluña en un panorama global de conflictos violentos, sino más bien de tensiones políticas, y quiero creer que por parte de un Estado de Derecho como es España y en el marco de la Unión Europea, el club más exclusivo del mundo en términos de seguridad, se descarta cualquier tipo de recurso violento para solucionarlo.
La violencia escolar y de género también son conflictos.
Hay niveles de micro y macro conflictos, de manifestaciones violentas y de radicalización de los individuos que acaban pensando en la violencia como único modo de resolver los problemas, que apunta al terrorismo.
¿Cómo contrarrestarlo?
Encontramos fallos en el sistema de mediación porque la construcción de la paz lo que debe hacer no es eliminar el conflicto, consustancial a la humanidad, sino resolverlo por vías no violentas y lograr la unidad. En muchos casos la marginación y la exclusión acaba derivando en violencia y es fundamental empezar por la educación. A partir de ahí, políticas económicas y sociales que busquen la integración plena.
Siempre la educación.
Hay que prestigiar la escuela. Los profesionales de la educación no están bien considerados económicamente y las familias y políticos no colaboran en prestigiarlos, se deteriora la calidad de la escuela y de la autoridad que deben tener. Pero no se reduce a la escuela, hay que acompañar con el ejemplo ciudadano y en la familia, que hará que el niño se eduque en unos valores y no otros.
¿Qué escenario le preocupa más hoy en día?
Los conflictos internacionales son los focos principales, ahora mismo en el Oriente Próximo y Medio; en el África Subsahariana; y otro foco alrededor del mar del sur y del este de China, que visibiliza la tensión creciente entre una China que pretende expandirse y EE UU que quiere contenerlo. Tenemos que descartar el terrorismo como la amenaza principal para Occidente ni a nivel mundial, nos equivocamos.
¿Quizá porque los ataques terroristas nos afectan de cerca?
Está claro que es una amenaza real y todos estamos en la lista de objetivos, pero se sobredimensiona por los gobiernos en la medida que sirve para recortar derechos y libertades, como sucede.
¿Hay unidad entre naciones para combatir los confictos?
No. Cada vez que se atenta en un país se dice que se colaborará pero a la siguiente comprobamos que no se ha hecho. Sigue habiendo obstáculos nacionalistas para compartir información sensible y dar una respuesta a los terroristas.
¿Con que hecho histórico compararía la situación de los refugiados?
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas señala que se han batido récords de personas obligadas a abordonar su lugar de origen por confictos o catástrofes. Es una tragedia enorme y no se están adoptando medias para proteger a esa población. Cualquier otro hecho histórico es de menor entidad. Tenemos en la memoria la Segunda Guerra Mundial y se quedaría pequeña.
¿A quién responsabiliza y cuál es su propuesta?
Asistimos con vergüenza a la crisis de refugiados a nuestras puertas, que no se ha a tendido de manera adecuada por los países miembros. A partir de ahí, activar instrumentos que los tenemos. Falta voluntad política para evitar que estalle la violencia en otros lugares.
¿Ve posible la paz mundial?
Debemos aspirar a ello, pero no lo veo a corto plazo.
