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Brazos robóticos y robots humanoides en la Universidad de Alicante

Estudiantes del Grado de Robótica crean una rama de la asociación internacional de ingenieros IEEE en la Universidad de Alicante

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Alumnos de Robótica se integran en una asociación internacional

Alumnos del Grado de Robótica de la Universidad de Alicante (UA) trabajan en el desarrollo de un brazo robótico, de un pequeño robot humanoide y de un cubo de led gracias a su iniciativa de integrarse en la asociación internacional de Ingeniería Eléctrica y Electrónica IEEE.

Su presidente, Sául Cova, explica que el hecho de integrarse en esta prestigiosa asociación presente en 160 países les permite desarrollar los citados proyectos, así como asistir a congresos con otros alumnos de ingeniería y profesionales y a charlas técnicas.

El próximo congreso se realizará en València el mes que viene y en agosto tienen previsto acudir al más importante que celebra el IEEE cada dos años y que engloba a socios de Europa, Oriente Medio y África. Será en Portugal.

El único fin de los citados proyectos es el de «aprender a diseñarlos, programarlos y montarlos» y en el del brazo robótico colaboran con alumnos de Ingeniería Industrial de la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH). «Ellos también están en el IEEE y nos llevamos muy bien, colaboramos en todo lo que podemos», indica Cova.

De momento la asociación en el campus alicantino la integran 38 personas, todos ellos alumnos de Robótica, cinco de Ingeniería Informática y un estudiante de máster de Telecomunicaciones. Pero el objetivo de la asociación es abrirse al resto de ramas de ingenierías de la UA para que se integren más alumnos y poder desarrollar proyectos multidisciplinares. Ya cuentan con una sala en la facultad y han puesto una cuota de 10 euros al cuatrimestre.

El IEEE también impulsa la incorporación de la mujer a las ingenierías. La tesorera de la asociación en la UA, Ángela Sánchez, valora positivamente este compromiso y cree que cada vez más se van incorporando más mujeres a estudios técnicos. Es más, señala que en el Grado de Robótica, predominantemente masculino, se ha pasado de las tres alumnas que cursan tercero a las doce que se han matriculado para iniciar primero este año.

Por otra parte, la asociación de ingenieros también lanza distintos retos a lo largo del año y la rama alicantina ya ha participado en uno de ellos IEEExtreme con un resultado más que satisfactorio. "Se trataba de resolver mediante programación informática de la forma más óptima posible pruebas matemáticas durante 24 horas seguidas", rememora Miguel Ángel García, secretario de la asociación. "Se presentaron 3.400 equipos de todo el mundo y ganaron los suizos pero nosotros quedamos a mitad de la tabla y en sexta posición si miramos sólo los equipos españoles", comenta.

Futuro

FuturoLa decena de alumnos de Robótica consultados tienen claro que cuando acaben sus estudios se marcharán a trabajar unos años fuera de España. Son conscientes de sus posibilidades futuras porque "la robótica se va a abrir a todos los campos de la vida", aseguran.

El sueño de la mayoría va encaminado a la investigación "para mejorar el mundo mediante la tecnología" aunque "en robótica es muy costoso, así que pasaremos primero por la industria que es la que mueve el dinero en este ámbito".

"Por el momento el uso de los robots es sobre todo industrial pero se dará el salto en breve al sector servicios y a su uso doméstico", vaticinan. "La medicina y las emergencias son campos en los que ya hay cosas en marcha y se está investigando", añaden.

Además, quieren romper el mito de que la irrupción de la robótica a nivel general destruirá millones de empleos porque "se crearán otros en torno a ellos". "Los robots se podrán utilizar para cosas increíbles a las que no llega el hombre como la limpieza de los mares, la extinción de incendios o la atención sanitaria inmediata en un futuro", asegura este grupo.

Una cuestión que les preocupa es el posible uso militar de estos avances y los problemas éticos que pueden surgir de la mano de la próxima revolución tecnológica y robótica. "Tendremos que ingeniárnoslas para limitar al máximo que puedan usarse mal si la tecnología cae en las manos equivocadas", reflexionan.

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