La comunidad de la Universidad de Alicante (UA), y muy especialmente los estudiantes, da un buen reflejo de sus hábitos saludables e inquietudes solidarias esta semana durante el maratón de donación de sangre que organizan de manera conjunta la institución académica, a través del proyecto Universidad Saludable, y el Centro de Transfusión de Alicante. A lo largo de este martes y miércoles se puede donar, en horario de mañana y tarde, en alguno de los cinco puntos habilitados en diferentes lugares del campus. En la campaña, que ha tenido un excelente arranque, se espera superar las 865 bolsas recabadas en la anterior edición.

El martes, los puntos para la donación de sangre se han ubicado en los Aularios I y II, la Facultad de Ciencias, la Facultad de Educación y el Rectorado. El miércoles estarán todos salvo el último, que se sustituirá por un autobanco situado entre la Facultad de Derecho y la de Filosofía y Letras. Sólo durante la mañana del martes se han recogido 200 bolsas de sangre, según han explicado desde el Centro de Transfusión, lo cual muestra, tal y como han destacado desde la organización, el compromiso de la comunidad universitaria con esta causa. Y buena parte de los donantes han sido estudiantes que se han prestado por primera vez a esta acción solidaria.

La responsable del proyecto Universidad Saludable, la profesora de la Facultad de Ciencias de la Salud María Teresa Romá, ha destacado el logro de "concienciar a muchos estudiantes que hasta ahora no han sabido cómo pueden ayudar" a otras personas gracias a la donación, y que "precisamente el valor de estas campañas es que los donantes serán nuevos". El material utilizado y buena parte del equipo humano que participa en la acción es del Centro de Transfusión. No obstante, también participan unos 70 voluntarios de la UA, estudiantes de diferentes titulaciones. Romá destaca, en este sentido, el "orgullo" por esta "actitud proactiva como ciudadanos" de estos alumnos.

Estudiantes entregando sus formularios y tomándose la tensión antes de la donación de sangre. Foto: Isabel Ramón.

Entre los donantes primerizos, Daniel Gómez y Juan José Poveda, estudiantes de 1º de Geología. Han visto cómo se montaba el dispositivo de la colecta en la primera planta del Aulario II, y en un receso de las clases se han animado a participar. "Por ayudar que no falte", asevera Daniel, quien admite que estaba "nervioso con el pinchazo", aunque finalmente tampoco ha sido para tanto, reconoce. También Juan José cree que "puedo ayudar a mucha gente", más al ser su grupo sanguíneo 0+, el llamado "donante universal". "Siempre que pueda vendré", asegura.

Otros compañeros de clase que han acudido a la vez a donar son Beatriz Díaz-Pavón y Aníbal Valverde, alumnos de Español-Lengua y Literatura, la antigua Filología Hispánica. Ella señala que "siempre he querido donar pero no podía hacerlo al no tener aún 18 años". Además, considera que iniciativas como ésta son muy efectivas, porque "permiten que no haga falta ir a un centro de salud, y ver a gente de tu edad que dona puede animarte a donar a ti". Por su parte, Aníbal ha tenido un pequeño contratiempo en su donación, al sufrir un leve mareo mientras le extraían la sangre. Es algo que ocurre con relativa frecuencia, pero que por lo general no tiene importancia alguna. Así ha sido en su caso también: "Dicen que ha podido ser por falta de líquido, o quizá por los nervios". En cualquier caso, hace hincapié en que "quiero seguir donando, porque con algo tan simple como esto van a poder hacer algo muy bueno".

No es la primera donación para Nawal El Klai Azzazi, estudiante de Turismo, quien estaba tranquila antes de sentarse en la camilla. "Estoy acostumbrada a las agujas; con diez años me tuvieron que poner todas las vacunas contra las alergias", comentaba con ironía. Donó sangre por primera vez el año pasado por estas fechas, y asegura que lo seguirá haciendo, porque "me pongo en el lugar de quienes lo necesitan y sé que les irá bien, y también me gustaría que lo pudieran hacer por mí si yo lo necesitara".

Universidad saludable y sostenible

La donación de sangre es una pata más del proyecto Universidad Saludable, que incide también en otros aspectos como la alimentación sana. Además, en la Feria de Bienvenida a la UA, hace pocas semanas, se montó una pequeña muestra comercial con productos artesanos y agroalimentarios de la zona, que tuvo igualmente una buena acogida. Esta iniciativa también tendrá posiblemente continuidad, tal y como señala Romá, puesto que "hay que incidir en la sostenibilidad", y una forma de hacerlo es "promoviendo los productos de proximidad". Entre los beneficios destaca no sólo la calidad del artículo en sí mismo, sino también la repercusión positiva para la comunidad local. La experiencia tuvo asimismo el respaldo de los Vicerrectorados de Estudiantes y Empleo y de Responsabilidad Social, Inclusión e Igualdad.

Puesto de productos agroalimentarios durante la pasada Feria de Bienvenida a la UA. Foto: Isabel Ramón.

Las opiniones

Daniel Gómez: "Por ayudar que no falte. Estaba un poco nervioso por el pinchazo, pero poco más".

Beatriz Díaz-Pavón: "Siempre he querido donar pero hasta que no he cumplido los 18 años no he podido hacerlo".

Aníbal Valverde: "Me he mareado, quizá por falta de líquido o por los nervios, pero mi intención es seguir haciéndolo".

Nawal El Klai Azzazi: "No me ponen nerviosa las agujas, y me pongo en el lugar de quienes necesitan un gesto como éste".

Juan José Poveda: "Mi grupo sanguíneo es 0+ y creo que puedo ayudar a mucha gente, así que siempre que pueda vendré".