¿Qué misión realiza exactamente el Vicerrectorado de Calidad e Innovación Educativa?
Por la parte de Calidad somos los responsables de ver el seguimiento y la acreditación de los títulos oficiales de la Universidad, unos 100 grados y másteres en este momento. Cada seis años los grados, y cada cuatro los másteres, se someten tanto a una autoevaluación como a una auditoría externa. Después se emite un informe que bien puede ser favorable a la continuidad del título tal cual, plantear mejoras sobre él o incluso sugerir su supresión. Y en el tema de la Innovación impulsamos aspectos como la formación continua del profesorado y la búsqueda de la mejora educativa contando con aportaciones tanto del personal docente e investigador como del de administración y servicios y del alumnado.
¿Qué objetivos se persiguen en esas auditorías para medir la calidad de las titulaciones?
En general se busca la mejora de cualquier proceso dentro de los planes de estudio. Un ejemplo son los sistemas de cumplimentación de guías docentes, lo que antes se conocía por programas de asignatura, que incorporan los objetivos que deben alcanzar los alumnos. Ahora se hace a través de una aplicación informática que se ha mejorado. Asimismo, los docentes tienen ahora la posibilidad de difundir de manera abreviada sus currículos, lo que da más visibilidad a su actividad investigadora y, a su vez, facilita el contacto entre especialistas. Esta iniciativa la hemos desarrollado en colaboración con el Vicerrectorado de Investigación y creemos que resulta de gran utilidad.
¿Cumplen los objetivos marcados las titulaciones de la UA?
En la última auditoría, el 80% de las titulaciones que se sometieron a ella recibieron un informe favorable, y el 20% restante tuvieron sugerencias de propuestas de mejora, pero en ningún caso se echaron para atrás. La Universidad de Alicante puede presumir de cumplir los estándares de calidad educativa y de no haber suprimido un título oficial por falta de matrícula o de adecuación de los planes de estudio. Y son exigencias marcadas desde el Gobierno por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) y desde Europa por la Asociación Europea para la Garantía de Calidad de la Educación Superior (ENQA), con lo cual esto es muy significativo.
Se habla mucho de rankings internacionales para medir la calidad de las universidades. ¿Cree que la UA está bien posicionada en ese aspecto?
Sí, porque está muy por encima de lo que podría pensarse por sus recursos, volumen y antigüedad. Estamos entre las 500 mejores universidades sin tener uno de los 500 presupuestos más altos. En el ranking de Shanghai destacamos en cinco disciplinas concretas, y aparecemos por primera vez en el Times Higher Education, entre el puesto 800 y el 1.000. Estas clasificaciones miden el impacto de publicaciones y valoran aspectos como el número de alumnos y profesores; es bueno aparecer en ellas en una posición elevada, aunque al margen de eso la UA ofrece una docencia en calidad e investigación de primer nivel.
¿Hay disciplinas concretas en las que la UA sea una referencia a nivel nacional o mundial?
Los titulados en Ciencias de la Salud en la UA están entre los mejor preparados de España, y particularmente Enfermería se ha destacado siempre en este sentido. Y al mismo tiempo, el ranking de Shanghai dice que somos la duodécima universidad del mundo en publicaciones de Turismo.
¿Piensa que la interacción con el territorio influye en esa posición tan destacada?
Sin duda. De hecho, creo que es fundamental. No sólo tenemos la titulación de Turismo, y el doble grado con Administración y Dirección de Empresas y el Instituto Universitario de Investigaciones Turísticas (IUIT), sino que además mantenemos una colaboración constante con la Generalitat y con los empresarios, que ofrecen prácticas a muchos alumnos.
¿Teme que el anunciado título de Medicina pueda suponer una competencia con las universidades que ya lo ofrecen?
En ningún caso hablaría de competencia entre universidades públicas, sino de dar un mejor servicio a la sociedad con una mayor oferta. Éste es un proceso que lidera el Vicerrectorado de Estudios, encargado de diseñar un plan que deberá ser aprobado.
