La búsqueda de alojamiento alojamiento es uno de los principales asuntos a resolver para muchos universitarios de cara al comienzo del nuevo curso. Para quienes proceden de otros puntos del país o incluso del extranjero, o que por los horarios de las clases o del transporte no pueden ir y volver a casa cada día, residir cerca del campus resulta fundamental, y por ello gran parte de los estudiantes, sobre todo los veteranos, buscan con bastante antelación un lugar para vivir durante el curso. En la Universidad de Alicante (UA), la opción del piso compartido en San Vicente del Raspeig ha sido tradicionalmente la más habitual, por la comodidad que ofrecen la proximidad y los servicios de que dispone esta localidad. La tendencia no pierde vigencia alguna.
Lo corrobora la valenciana Ana María Puerto, alumna de Publicidad y Relaciones Públicas, quien además comenta que sigue en el mismo piso desde hace tres años. En este tiempo ha cambiado de compañeras, pero no de residencia porque se encuentra a gusto y, confiesa, «me da pereza volverme a poner a buscar». Antes de encontrar dónde vivir, se desplazó ex profeso un día hasta San Vicente para ver pisos y escoger el más adecuado. Un proceso similar al que siguió Paula Canales, albaceteña, que comparte piso con su hermana en San Vicente. «Al ser dos, nos sale más rentable», comenta. Comenzaron a buscar alojamiento en primavera; justo antes del final del curso, dice, «es más difícil» al haber menos oferta o la posibilidad de que resulte más caro. Ahora mismo, los precios rondan como mínimo los 150 euros mensuales por persona.
Tampoco se pensó «más opción que San Vicente» por la proximidad al campus Mónica Maroto, de Valdepeñas (Ciudad Real), quien tras pasar su primer año en la UA en una residencia optó por compartir piso, «aunque la experiencia fue muy buena». Las comodidades de los alojamientos específicos para universitarios son bastante preferidas al inicio, como señala Gonzalo Villar, que acaba de llegar desde Badajoz para estudiar Economía en la UA. «Ahora era para mí lo más fácil y estoy encantado, hay muy buen ambiente, mejor que si estuviera en un piso». Por su parte, el oscense Ramón Villas pasa su segundo curso en la Villa Universitaria. «Estoy al lado y a pensión completa, con lo cual lo tengo todo hecho». Para más adelante no descarta la opción de un piso, pero por ahora «prefiero la comodidad y los servicios que tengo».
