Hubo un tiempo en que los diferentes posicionamientos ideológicos de la sociedad tenían su reflejo en la universidad, y más en concreto en las asociaciones de estudiantes. Estos colectivos, vinculados de manera más o menos directa a algún partido en concreto, fueron el punto de partida para figuras que con el tiempo alcanzarían relevancia política. La exministra Leire Pajín es quizá el ejemplo más representativo de ello en la Universidad de Alicante (UA). Sin embargo, parece que las cosas han cambiado: en el campus se sigue hablando de política, pero los colectivos ya no tienen la representatividad de antaño.
La actualidad política flota en el ambiente y está presente en las conversaciones de los alumnos, tal y como corrobora Alba Miralles, estudiante de Turismo, quien señala que «la cosa va mucho por carreras», incluso a nivel ideológico: «Es más fácil encontrarte gente conservadora en áreas más vinculadas a la economía; en otras el tema está más abierto». Lidia Boluda y Enrique Martín, alumnos de Historia, coinciden en esta visión, añadiendo que se percibe más inquietud política en titulaciones ligadas a las humanidades y las ciencias sociales, junto con las económicas. «Pero luego depende de que cada uno busque o no los círculos políticos», matiza Lidia. «Yo sí lo hago, me interesa aportar, sobre todo si hay actividades, pero mucha gente pasa».
Enrique señala, por su parte, que «hay quien se involucra en grupos políticos por encontrar gente afín o porque le interesa seguir luego» en algún partido, aunque añade que la presencia de estos colectivos en el día a día apenas tiene incidencia más allá de circunstancias concretas. Una de ellas es lo que afecta directamente a los universitarios, como la subida de tasas y los recortes en becas. Fabiola Moreno e Iris Fernández, estudiantes de Publicidad y Relaciones Públicas, creen que «sobre todo se habla de esos temas», junto con las cuestiones más relevantes de cada día; ayer, por ejemplo, era fácil oír hablar de Pedro Sánchez y Susana Díaz. Para Fabiola e Iris, «el descontento social, los llamados "indignados" y la aparición de nuevos partidos también tiene su reflejo en la universidad», aunque más en el posicionamiento individual de cada uno, a su juicio, que de una manera colectiva. «Hablas también de escándalos o de corrupción, pero sólo con quien tienes confianza», agregan. «Otras veces prefieres no entrar al trapo».
Jordi Pla, estudiante de 4º de Geografía y concejal en el Ayuntamiento de Cocentaina. Foto: Héctor Fuentes
Conjugar las clases con las obligaciones como concejal
Jordi Pla, alumno de 4º de Geografía en la UA, es un ejemplo de cómo la política está en la universidad pero en esferas separadas. Al mismo tiempo es concejal de una formación independiente vinculada a Compromís en Cocentaina, la localidad donde reside, pero sin que eso influya de ninguna forma en su vida académica ni al contrario. Su grupo político está en la oposición, pero eso no le exime de diversas obligaciones como edil: «Por las mañanas vengo a clase; por las tardes suelo tener comisiones municipales, plenos y reuniones con vecinos», explica. «Veo que la política está presente en la Universidad de Alicante, pero a nivel individual; la mayoría de la gente no se moja, no como ocurre en otras universidades como la de València», donde los colectivos estudiantiles «tienen mucha más actividad que aquí».
Las opiniones
Alba Miralles, estudiante de Turismo: «Se habla mucho de política en la universidad, pero va bastante por carreras»
Fabiola Moreno, estudiante de Publicidad y Relaciones Públicas: «Interesa sobre todo aquello que afecta al estudiante, como si suben tasas»
Iris Fernández, estudiante de Publicidad y Relaciones Públicas: «Con los nuevos partidos también miramos qué nos ofrece cada uno»
Lidia Boluda, estudiante de Historia: «Hay círculos políticos en la universidad; a mí me interesa aportar ellos»
Enrique Martín, estudiante de Historia: «Depende mucho del tipo de persona el interés o no por la política»
