Adiós al problema de quedarse sin batería en el móvil, la tablet o el portátil en la Universidad de Alicante (UA). La peor pesadilla para miles de estudiantes ya tiene solución. La UA ha instalado varios puntos de carga en los aularios I y II que en los próximos días se ampliará al III hasta llegar a los quince.

Se trata de unas taquillas con 20 casilleros en cuyo interior hay un enchufe y cuatro cables para cargar móviles con los conectores más extendidos en el mercado. Para cerrarlos los alumnos deben llevar un candado ya que la UA no se hace responsable de las pérdidas o robos de los dispositivos.

Este servicio, que además es gratuito, ha sido muy bien acogido entre los alumnos. "Es una idea muy buena. En clase nos peleamos para enchufar el móvil", asegura Carmina Santana, alumna de Matemáticas.

"La verdad es que nos viene muy bien porque en clase usamos los portátiles y se descargan rápido. De hecho, cada vez ves a más gente con baterías portátiles. A veces pasamos aquí todo el día y si puedes dejar el móvil cargando durante una clase o cuando te vas a comer pues genial", añade Mónica Abellán, de Biología.

El vicerrector de Campus y Sostenibilidad, Rafael Muñoz, explica que "es extraño encontrar alguna persona en la Universidad sin un dispositivo portátil, aparatos que se utilizan para comunicarse pero también para estudiar o trabajar y que tienen una característica común, la batería se agota. Los puntos de recarga que hemos instalado dan un servicio que consideramos importante y útil. Se puede desde conectar cualquier aparato portátil hasta cargar un móvil con los conectores que hay en las casillas y dejarlos para volver a buscarlos más tarde".

El vicerrector Rafael Muñoz adelantó que «según el uso que se haga nos plantearemos ampliar la oferta». De momento estas taquillas se encuentran en las entradas principales de los aularios I y II y en la primera planta.

Aunque para Mireia Amorós esta iniciativa también es "muy positiva", esta alumna de Biología agradecería que se colocaran enchufes en las mesas de clase. "Nosotros trabajamos mucho con el ordenador, pero sólo hay dos enchufes en clase y aunque se tira un ladrón sólo nos podemos conectar entre ocho y diez cuando somos setenta alumnos". "Pero bueno esta novedad ayudará", agrega.

El único "pero" puede estar en que son los propios alumnos quienes deben llevar su candado. No obstante, para algunos no supone ningún problema, como en el caso de Arancha Vílchez, alumna de Ingeniería Química. "Como también tenemos taquillas en algunas facultades y en la biblioteca usaré el mismo candado.

"Esta idea está genial. Harán falta más seguro porque en cuanto se corra la voz de que existen estas taquillas se llenan", vaticina Pedro Rodríguez, alumno de Relaciones Laborales.

"No sé si me atreveré a dejar el móvil aquí y marcharme. Si me lo quitan me destrozan porque llevo toda mi vida ahí dentro, aunque veo la instalación muy positiva", duda la estudiante de Nutrición y Dietética Laura Pérez.