Cada temporada un nuevo animal, ya sea real o mitológico, adquiere más protagonismo que el resto, y de golpe lo vemos por todos lados. Es el caso de los unicornios, que llevan ya varios meses en todos los sectores del mercado y parece que va para largo su presencia en nuestro mundo, porque muy pocos son reacios a su particular belleza y los que lo saben, la explotan hasta la saciedad.

Ya te has montado en el flotador de unicornio, y este año volverás a hincharlo; tienes uno o dos pares de pijamas llenos de este animal mágico, así como camisetas y ropa por doquier.

Seguramente te habrás maquillado con las brochas mágicas que simulan los colores de su pelaje tan característicos, y habrás visto la gran variedad de fundas para los móviles, que llevan tanto grandes como pequeños?

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Pero además y, le pese a quien le pese, hay unicornios de todos los tipos y tamaños repartidos por el mundo. Un verdadero fan de los unicornios puede decorar su casa de principio a fin, desde el felpudo en la entrada, hasta la cortina de la ducha, sin olvidar una completa vajilla bien decorada, pasando por las lámparas más llamativas y las sábanas en las que dormir.

Si no te gustan los unicornios, será mejor que aprendas a aceptarlos, quizá con suerte, se hacen hasta reales y dejan de ser tan modernos.