Uno de los principales motivos de consulta al podólogo es por dolor causado por los juanetes y dedos en garra. Estas deformidades son muy frecuentes en la población actual, llegando a afectar al 36% de las personas mayores de 65 años.

El factor hereditario de los juanetes

Los juanetes tienen un factor hereditario importante, además de ser antiestéticos. En muchos casos se vuelven dolorosos para el paciente, siendo la mejor solución la cirugía.

El hallux valgus, conocido como juanete, es una deformidad progresiva y compleja que afecta a la parte delantera del pie. La deformidad o bulto que se forma como consecuencia de una luxación en la primera articulación metatarsofalángica.

Aunque es difícil determinar cuántas personas en España sufren de juanetes, diversos estudios epidemiológicos concluyen que la incidencia de juanetes está entre el 23% y 36% de la población, en mayor medida en mujeres, en relación con el tipo de calzado de tacón alto y punta estrecha.

¿Por qué se producen los juanetes?

Los juanetes están producidos por muchos motivos pero la genética es el principal. Hasta el 80% de los juanetes tienen un componente hereditario.

Igual que se hereda por ejemplo el color de los ojos, también se hereda una alteración en la estructura ósea y articular del pie que finalmente deriva en el los juanetes.

Se debe tener en cuenta que otras anomalías biomecánicas en el pie como los pies planos o cavos pueden influir en el desarrollo de esta deformidad.

En personas jóvenes es frecuente el desarrollo de juanetes por motivos hereditarios, sin embargo, la incidencia es mayor en personas a partir de los 65 años derivados por el uso de calzado de tacón alto y punta estrecha durante tiempo prolongado.

Las enfermedades reumatológicas e inflamatorias, como la osteoporosis o artritis reumatoide, pueden contribuir también al desarrollo de los juanetes y dedos en garra.

Hasta un 60% de la mujeres con pies planos desarrollan juanetes. Es interesante comentar que las mujeres embarazadas que dan a luz generan ciertas hormonas que favorecen la relajación de los ligamentos y el consiguiente aplanamiento de los pies.

Por ello es importante corregir la pisada que produce el pie plano a partir de la adolescencia, ya que retrasa el posible desarrollo de los juanetes.

En las clínicas podológicas que cuentan con aparatología para realizar estudios computerizados de la marcha se confeccionan plantillas ortopédicas a medida. Las plantillas tienen el objetivo de equilibrar la pisada con controlar el retropié y evitar la deformidades. Por último, es importante utilizar un calzado adecuado para cada situación.

Mala imagen de la cirugía

Dependiendo del grado de deformidad y estado de salud del paciente, se debe decidir el tratamiento quirúrgico adecuado. En cualquier caso, se debe evitar el desarrollo de la fase avanzada de hallux valgus o juanetes en el que se degenera el cartílago articular y daña otras estructuras del pie.

Los pies se pueden comparar con los pilares de una construcción, las alteraciones o deformidades de éstos tendrán una repercusión con el paso de los años en tobillos, rodillas, caderas y columna vertebral, lo que podría empeorar la salud y bienestar del paciente.

Cuando los juanetes se vuelven dolorosos o producen dificultades para calzarse e incomodidad para caminar, la intervención quirúrgica u operación es la única opción para solucionar el problema de forma definitiva.

En España, a menudo los pacientes retrasan la cirugía del pie el mayor tiempo posible, por miedo a la cirugía o quedar peor que antes. Es importante recordar que se debe acudir al especialista del pie o podólogo cuando presente los primeros síntomas de dolor o deformidad en el pie.

Aún así, el porcentaje de personas que se opera de juanetes es bajo por la mala prensa que han tenido este tipo de intervenciones, al emplear técnicas agresivas con fijación de cuerpos extraños como tornillos, agujas y placas, que pueden provocan dolor e incapacidad al paciente.

Sin embargo con el desarrollo de la cirugía mínimamente invasiva o percutánea del pie, se evitan estos problemas al utilizarse instrumentación y aparatología de precisión con la que se realiza incisiones de pocos milímetros sin apenas dañar los tejidos blandos.

Tanto es así que el paciente sale caminando por su propio pie sin necesidad de hospitalización y con una recuperación más rápida.

La cirugía mínimamente invasiva o percutánea del pie no utiliza láser

Para lograr excelentes resultados, es importante realizar un estudio preoperatorio que debe incluir un análisis de sangre completo y radiografías del pie junto con el estudio de la pisada para analizar la biomecánica del paciente.

Finalmente se debe realizar un examen médico para valorar el estado de salud del paciente teniendo en cuenta su edad y actividad física diaria para escoger la técnica quirúrgica más adecuada.

El estudio preoperatorio es fundamental porque limitarse a quitar la protuberancia ósea o bulto al paciente sin haber estudiado la causa previamente, podría ocasionar que se reprodujese la deformidad.

Por este motivo, se debe que corregir siempre que sea posible el origen de la alteración. En muchos casos después de la cirugía, será imprescindible el uso diario de un soporte plantar que distribuye las presiones del pie de forma correcta.

La operación o cirugía no es dolorosa, aunque en ciertos casos alguna molestia postoperatoria es normal. Se debe acudir siempre a profesionales especializados en cirugía podológica.

Se estima que en España se realizan entre 5.000 y 6.000 operaciones de juanetes al año, aunque el número exacto es difícil de estimar puesto que se realizan tanto en el sector privado como por la seguridad social.

En juanete es general la patología más frecuente del pie. La operación o cirugía se realiza a paciente de todas las edades, dependiendo del grado de deformidad, incluso se puede realizar en pacientes de edad avanzada con buenos resultados.

No debe olvidar que el láser se emplea en operaciones de oftalmología y dermatología, pero en ningún caso para cortar hueso. El término láser se empleó en los años 80 para describir cirugías mínimamente invasivas o percutáneas por su rápida recuperación. Hoy en día es un término en desuso en cirugía del pie.

Las causas principales por las que se producen los juanetes

Herencia genética: Muchos pacientes que sufren de juanetes tienen antecedentes familiares, pero no por heredar directamente el juanete sino por heredar una alteración en estructura mecánica del pie que predispone con el paso del tiempo el desarrollo del hallux valgus.

Calzado inadecuado: Las mujeres en especial sufren de juanetes por el uso de tacones altos de punta estrecha que genera una enorme presión al amontonar los dedos del pie, favoreciendo el crecimiento del juanete y la deformidad de los dedos.

La edad: Al ser una deformidad gradual la mayoría de pacientes realizan la consulta a partir de los 40 años.

La profesión: Diversos estudios realizados en los últimos años, concluyen que existen ciertas profesiones que por el tipo de calzado y movimientos repetitivos predisponen a la formación de juanetes o hallux valgus.

Accidentes/Traumatismos: Personas que hayan sufrido algún tipo de accidente en el pie puede afectar al hueso o la articulación del primer metatarsiano lo que puede promover al hallux valgus

Enfermedades asociadas: Las enfermedades inflamatorias como la artritis reumatoide, la psoriasis o la gota, así como deformidades del pie cavo o el pie plano entre otros problemas pueden causar frecuentemente juanetes.

Es importante recordar que los juanetes tienen un impacto directo sobre las deformidades en los otros dedos del pie. Por esa razón, se debe corregir cuanto antes y evitar así deformidades más graves que requieran tratamientos más complejos.

Dedos en garra o martillo

Los dedos en garra están causados principalmente por desequilibrios en las estructuras musculares y óseas del pie. Las articulaciones afectadas se van deformando progresivamente hasta llegar a ser rígidas y con luxación de la articulación.

Las causas más frecuentes de estas deformidades son el tener juanetes, el tipo de pie, traumatismos previos, calzado inadecuado, enfermedades inflamatorias y neuromusculares

Dependiendo del grado de deformidad de los dedos en garra, existen tratamientos conservadores y quirúrgicos. Cuando el tratamiento conservador no es suficiente para corregir esta patología, será necesaria una operación con cirugía mínimamente invasiva o percutánea para corregir el problema de forma permanente.

Éstas son algunas de las preguntas más frecuentes que se plantean los pacientes antes de una cirugía del pie.

¿Qué es la cirugía mínimamente invasiva o percutánea del pie?

Es una operación o cirugía menor del pie en la que se corrigen problemas como juanetes, dedos en garra y otras deformidades con incisiones de pocos milímetros que no dañan los tejidos blandos y respeta las articulaciones, permitiendo una recuperación mucho más rápida además de reducir drásticamente las complicaciones de otras técnicas quirúrgicas. Para poder llevar a cabo esta cirugía es necesario aparatología especial.

Algunas de las ventajas que se consiguen con este método:

  • Es una cirugía ambulatoria, lo que permite al paciente salir andando por su propio pie, sin necesidad de hospitalización.
  • La anestesia es local solamente en el pie o exclusivamente en los dedos a intervenir por lo que se minimizan las posibles complicaciones derivadas de la anestesia general.
  • No requiere fijación de cuerpos extraños como agujas o tornillos que se utilizan en otras técnicas.
  • Menor probabilidad de infecciones y en la cicatrización más rápida.
  • Resultados Excelentes a largo plazo.

¿Cómo es el post-operatorio?

Se trata de una cirugía totalmente ambulatoria. El periodo post-operatorio puede variar aunque generalmente se compone de los siguientes pasos:

  • Se aplicar un vendaje especial y zapato post-quirúrgico para proteger el pie de la mejor forma inmediatamente después de la cirugía.
  • Durante el post-operatorio, el paciente tiene contacto directo con el especialista si fuese necesario las 24 horas.
  • Se entregan fundas tipo bota de plástico para que el paciente pueda ducharse con comodidad y sin posibilidad de mojar el vendaje.
  • Durante el post-operatorio, el paciente puede venir a consulta las veces que sea necesario.
  • En condiciones normales se realiza el cambio de vendaje cada 2 semanas hasta los 40 días se realiza un alta previo a una valoración física del pie y radiografías.
  • Se realiza un seguimiento del paciente cada 3 meses a lo largo del año.

¿Cuándo se puede volver a trabajar, conducir o realizar ejercicio?

En la etapa post-operatoria el paciente puede incorporarse a la actividad laboral dependiendo del grado de intensidad de la misma así como realizar actividades sociales que requieran de un esfuerzo importante.

Conducir no se podrá mientras el pie esté vendo.

El ejercicio se podrá iniciar pasadas 3 semanas de forma gradual, evitando los ejercicios de impacto que se tendrá que esperar 8 semanas aproximadamente.

¿Se pueden operar los dos pies a la vez?

Sí que es posible, si se desea, aunque por comodidad para el paciente se suele realizar en dos periodos, por ejemplo, en días consecutivos.

Lo que no se recomienda es dejar un intervalo superior a 7 días entre operaciones para evitar disfunciones en la marcha que podrían provocar molestias osteoarticulares. Asimismo, se pueden operar los dos pies en el mismo al mismo tiempo con anestesia local y sedación bajo control por anestesista.

¿Se pueden operar todos los juanetes y dedos en garra mediante está técnica?

No, dependerá del grado de deformidad, edad, salud del paciente y otras características especiales.

En todos los casos es el especialista junto con el paciente quienes decidirán el tratamiento.

¿Qué otros tratamientos sin cirugía se realizan en la Clínica San Román?

Se realizan estudios de la marcha del pie en dinámica y estática para la posterior confección de plantillas ortopédicas a medida bajo molde de escayola.

Se realizan toda clase de tratamientos especializados en quiropodologia (papilomas) y ortopodología.

Infiltraciones con ácido hialurónico en articulaciones.

La Clínica San Román cuenta con más de 35 años de experiencia en tratamientos para la corrección de los juanetes y dedos en garra con cirugía mínimamente invasiva o percutánea.

El equipo está formado por los doctores San Román, padre e hijos, podólogos y médico especialistas en cirugía del pie. La Clínica San Román en un centro pionero y el más antiguo de Europa en cirugía de juanetes y dedos en garra.

En la Clínica se atienden pacientes en español, inglés, alemán y francés.

La Clínica San Román está registrada y regulada por Sanidad para realizar toda clase de tratamientos podológicos y de cirugía del pie, con certificado de inscripción en el registro autonómico de servicios sanitarios de la Comunitat Valenciana número 5357.

El centro cumple con las más estrictas normas de asepsia e higiene supervisadas semanalmente. La Clínica está en constante actualización de su equipo humano, así como en aparatología de última generación para ofrecer los tratamientos más efectivos y seguros.