Según explicaron, el Instituto de la Pequeña y Mediana Industria Valenciana (Impiva); financió esta investigación con 94.300 euros. Su director general, Daniel Moragues, señaló que "la apuesta del Consell por los Institutos Tecnológicos es ambiciosa y potente, ya que son fundamentales para garantizar unos niveles óptimos de innovación y tecnología en el tejido empresarial de nuestra Comunitat".

La gran novedad que presenta la aplicación desarrollada por el ITI frente a otros sistemas biométricos radica, según indicaron, en su carácter "multimodal", de forma que puede combinar a la vez diferentes fuentes de identificación, como voz e imagen, lo que aporta "unos índices muy altos de fiabilidad al sistema".

En este sentido, señalaron que los sistemas biométricos permiten identificar individuos en base a características fisiológicas --iris, cara o ADN, entre otras-- y de comportamiento --voz o dinámica de pulsación de tecleo--.

Sin embargo, la clasificación independiente de cada una de ellas "puede que no consiga buenos resultados", apuntaron, por lo que es necesario combinar datos de diferente naturaleza. De esta forma, afirmaron que un sistema multimodal provee múltiples evidencias de un mismo individuo, "reduciendo de esta manera el margen de error".

Las aplicaciones de este sistema "son múltiples", por ejemplo, el control de accesos a zonas de seguridad, la gestión de entradas y salidas en zonas de trabajo o la identificación de sujetos en bancos, entre otras. Por último, explicaron que el ITI está trabajando en otras fuentes de identificación como la palma de la mano o la huella dactilar.