Deportes, música, lucha, aventura, automovilismo, simulación... Todo cabe en los videojuegos, un producto que vive su auge en la temporada navideña y que llega a un público cada vez más amplio.

Es indudable que el videojuego es uno de los regalos estrella de la Navidad -y del resto del año, ya que lidera el sector audiovisual con un 57 por ciento de la facturación, según datos de la patronal española del videojuego, ADESE-.

Mientras los pediatras recomiendan limitar el uso de los videojuegos a dos horas diarias, la Unión de Consumidores de Andalucía (UCE-Andalucía) ha exigido a las administraciones con competencias en materia de consumo que adopten medidas para la regulación de la venta de videojuegos, con el fin de evitar que los menores accedan a productos de este tipo que tengan un contenido violento.

El vicepresidente de UCE-Andalucía, Miguel Ángel Ruiz, ha informado de que dicha exigencia se produce tras conocer los resultados de un estudio elaborado por la organización en el que se han analizado 154 videojuegos del mercado, el 35 por ciento de los cuales presenta una temática violenta y no se reservan explícitamente para mayores de 18 años.

"Los mayores de edad sabrán si compran estos juegos o no, pero nos preocupa que niños y jóvenes accedan a videojuegos cuyo tema central son los asesinatos o las guerras", ha manifestado Ruiz.

El vicepresidente de UCE-Andalucía ha aseverado que muchos de estos juegos contienen, bien en su título o en algún lugar de la carátula, expresiones como "combate", "crimen", "guerra", "cazador" o "batalla".

Asimismo, ha sostenido que según el estudio el 26 por ciento de los juegos analizados presentan en su portada algún tipo de arma, principalmente de fuego.

Aunque muchos de los videojuegos disponibles en el mercado están relacionados con el deporte y no tienen explícitamente contenido violento, también ha advertido de que, en los casos de aquellos sobre carreras de coches, existe el riesgo de que se incite a conducir saltándose las normas de seguridad vial.

Respecto a la diferencia entre plataformas de juego, ha dado el "suspenso" para todas, ya que "tanto móviles, como ordenadores como videoconsolas presentan más o menos el mismo porcentaje de juegos negativos".

Sin embargo, el informe indica que aproximadamente un 30 por ciento de los videojuegos trasmiten valores "positivos" al menor que los utiliza.

Sistema de autocontrol

En España existe un sistema de autocontrol por parte de las empresas de videojuegos denominado Código de Información Paneuropea del Juego (PEGI), en el que se clasifican los productos en cinco grupos de edades (mayores de 3, 7, 12, 16 y 18 años).

Dicho código también recoge la inclusión de pictogramas alusivos a las razones que justifican su clasificación (violencia, sexo, miedo, lenguaje soez, drogas o discriminación).

Todas estas recomendaciones se especifican en las carátulas de los videojuegos, lo que para UCE-Andalucía es "insuficiente" debido a que los padres no podrán acceder a esta información si se adquieren los productos pirateados, que suelen carecer de la portada original.

Asimismo, Ruiz ha considerado necesario que las tiendas también hagan separación por temática y edad recomendada en las estanterías donde ubican los videojuegos.