Aunque el cáncer de próstata es el 2º cáncer más diagnosticado en hombres a nivel internacional en Europa y España el cáncer de próstata ocupa, desde hace unos años, el primer lugar.
Gracias al gran esfuerzo que ha supuesto el concienciar a la población masculina, de la necesidad de realizar controles periódicos de la próstata se ha conseguido poder diagnosticar tumores incipientes que pueden ser tratados y curados con facilidad.
Uno de los interrogantes que se plantea el paciente que ya ha sido diagnosticado de cáncer de próstata es el saber que puede hacer para ayudar a mejorar su calidad de vida.
Debemos dejarlo todo en manos del médico o podemos ayudar de alguna forma a combatir el tumor.
Vamos a hablar en este artículo sobre la dieta, sobre aquellos alimentos que nos pueden ayudar. Aún no existiendo estudios científicos absolutos que avalen las recomendaciones que vamos a exponer hay indicios y trabajos realizados por centros de investigación contra el cáncer que apoyan el consumo de una serie de productos que pasamos a enumerar a continuación.
Al menos tres veces por semana consumir brócoli, repollo o coliflor podría reducir el riesgo a padecer cáncer de próstata en un 40%, según estudio realizado por el Cancer Research Center en Seattle. Este mismo estudio indica la posibilidad de protección del cáncer de próstata en sus primeros estadios así como de otros tipos de tumores localizados en estómago, vejiga y pecho.
Intente comer tomate todos los días bien sea en ensaladas, zumo o como condimento. Son muchos los estudios que indican los efectos protectores del leucopeno disminuyendo el riesgo de padecer cáncer de próstata en cerca de un 25%.
La soja es uno de los alimentos con mayor cantidad de phitoestrogenos, estas sustancias parecen procurar un papel protector en el desarrollo del tumor prostático. Este hecho explicaría por qué ciudadanos del este asiático que mantienen una dieta rica en soja tienen una menor predisposición a padecer el cáncer de próstata.
Intente sustituir la carne por el pescado. Son ya muchos los trabajos que indican que los pescados ricos en omega 3, como son el salmón y el atún pueden prevenir entre un 25 y un 30% el desarrollo del tumor prostático.
Menos carne y más frutas y vegetales. Tenemos que reducir la ingesta de grasas saturadas que se encuentran sobre todo en la carne animal, productos procesados, y ciertos aceites vegetales que encontramos habitualmente en aperitivos como las patatas fritas, ganchitos...
Alimentos ricos en selenio como son las legumbres, mariscos, frutos secos son un complemento esencial para intentar proteger las células sanas y evitar el crecimiento tumoral.
Intente comer alimentos frescos, evitando aquellos que llevan conservantes, como son los alimentos enlatados. Aunque sabemos que son muchos los factores que actúan en la formación del cáncer de próstata, una dieta adecuada puede ayudarnos a prevenir el riesgo de padecerlo y en cualquier caso mejorar nuestras condiciones físicas para luchar contra una de las enfermedades más comunes en el hombre adulto.
Si desea más información sobre este tema puede acceder a la página web www.saludhombre.es
