La miopía, el estrabismo, la hipermetropía y el astigmatismo son problemas oculares muy comunes en nuestra sociedad que suelen diagnosticarse en la infancia. De hecho, uno de cada cinco niños en edad escolar necesita corrección visual. Según el doctor Enrique Chipont, director médico y especialista en oftalmología pediátrica de Oftálica, «los niños deberían pasar su primera revisión ocular a los 3 años, aunque es importante visitar al oftalmólogo ante la más mínima sospecha». El doctor destaca que «en la detección y el tratamiento temprano de los problemas de visión se puede evitar la progresión de la pérdida de la vista y prevenir enfermedades».

La exploración ocular del niño se debe repetir anualmente o cada dos años. Cuanto antes se diagnostique, menos complicaciones comportará la corrección.

Ayudarles a tomar la decisión

A pesar de todo, muchos de los problemas oculares simples pueden corregirse con gafas. Para los niños, el uso de gafas no les gusta; les es difícil adaptarse a ellas y temen burlas de sus compañeros. Aun así, es importante que animes a tu hijo a que las utilice debido a que es la única manera de corregir su defecto de visión. El doctor Chipont, anima a «elegir juntos la montura, y comprarle una que le guste, de su color favorito, pero que sea fuerte y cómoda por si se le caen corriendo».

Problemas visuales comunes

Entre los problemas oculares más frecuentes encontramos los siguientes y los síntomas para detectar cada uno de ellos:

Hipermetropía. El niño tiene una percepción borrosa de los objetos cercanos. A causa de forzar la vista, se quejará de dolor de ojos y de cabeza, o sufrirá lagrimeo y pestañeo frecuente. Los niños hipermétropes prefieren jugar al aire libre.

Astigmatismo. El niño percibe una visión deformada de los objetos, tanto de lejos como de cerca. Se asocia tanto a la miopía como a la hipermetropía.

Ambliopía u ojo vago. Se trata de la pérdida parcial de visión en uno de los dos ojos, y esto afecta a uno de cada cien niños en España. Aunque esta patología no puede ser corregida con lentes, se puede tratar y corregir si se detecta antes de los 7 años.

Miopía. El niño no ve correctamente los objetos que se encuentran lejos. Te darás cuenta porque los miopes suelen apretar los ojos para enfocar mejor. Si no usa gafas, tu hijo puede mostrarse más tímido y despistado, y se decantará por actividades que requieran una buena visión de cerca, como la lectura, las manualidades o pintar.

No hay que perder de vista el desarrollo visual de los niños. Aunque muchos de estos trastornos se detectan en el colegio, en el hogar también se pueden observar los primeros síntomas de tener problemas oculares. Por lo que se debe consultar al oftalmólogo si detectas que el niño se sienta muy cerca del televisor, se queja de dolor de cabeza y de ojos cansados, tiene dificultades cuando lee a distancia, entrecierra los ojos para observar algo que está lejos, pierde el interés por la lectura y los estudios, tiene dificultades para correr y sus movimientos son torpes o si escribe con la cara pegada al papel.