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Cómo retrasar el reloj biológico de las mujeres: preserva tu fertilidad con la vitrificación de óvulos

Con esta técnica se amplía el periodo de tiempo en el que la mujer se encuentra en edad fértil

Cómo retrasar el reloj biológico de las mujeres: preserva tu fertilidad con la vitrificación de óvulos

Me gustaría empezar explicando que por «reloj biológico» en la mujer entendemos el tiempo en que esta se encuentra en edad fértil. Esto es, el período temporal en que es capaz de tener un hijo de manera natural. Se inicia con la primera menstruación y culmina con la última. Con la evolución y el paso de los siglos, el concepto de mujer ha cambiado: ya no se ve solo como un ser que está llamado a la reproducción, un vientre. La mujer ya adquiere compromisos sociales, empieza a prepararse y a independizarse, lo que supone un cambio en el momento de la maternidad. Entonces, se puede decir que la necesidad por tener hijos viene dada por una determinada situación emocional y de estabilidad económica, más que por una alarma física.

¿Biológico o psicológico?

El estilo de vida actual ha provocado que las mujeres hayan pospuesto su maternidad, que actualmente se sitúa como media en los 31 años el primer hijo. Por desgracia, la edad fértil de la mujer del Siglo XXI sigue siendo la misma que la de 1950, y sabemos que a partir de los 35 años tanto la reserva ovárica como la calidad ovocitaria cae en picado.

Retrasarlo es posible

Cada mujer experimenta esta alarma interna antes o después, y cuando se activa es difícil detenerla, pues va asociada directamente al periodo fértil de cada mujer. Sin embargo, actualmente, la ciencia nos da la oportunidad de preservar la fertilidad, gracias a la vitrificación de óvulos. La vitrificación de óvulos es una técnica de Reproducción Asistida que consiste en congelar los óvulos, pudiendo elegir así el momento de ser madre. Además, la vitrificación permite preservar la fertilidad en mujeres jóvenes que reciben el diagnóstico de una patología mamaria maligna durante la etapa reproductiva y requieren quimioterapia. Según nuestra experiencia, y así lo avalan diversos estudios en nuestra sociedad, las mujeres solemos retrasar nuestra maternidad por motivos de desarrollo de las carreras profesionales, seguridad económica e incluso estabilidad sentimental. Se sabe que las mujeres con más recursos suelen retrasar la maternidad y el 80% cree que ser funcionaria es lo mejor para conciliar. Cuando el reloj biológico de la mujer comienza a sonar con más fuerza, las ganas de tener un hijo suelen ir acompañadas de una serie de condicionantes que nos hacen replantearnos la conveniencia de ser madre. Si bien el entorno familiar y laboral son claves a la hora de decidir el embarazo, la llamada de la naturaleza puede prevalecer sobre el resto de circunstancias.

En otras culturas

El reloj biológico existe en todas las culturas pues va asociado al periodo fértil de cada mujer. Sin embargo, al ir tan ligado al tipo de sociedad, puede darse con más intensidad o tener un impacto mínimo. Por poner un ejemplo, en la cultura china las mujeres a los 25 años deben casarse y tener hijos inmediatamente, pues lo contrario se considera una deshonra para la familia. El ejemplo contrario lo encontramos en Occidente donde la presión social es inferior, o en Latinoamérica, donde las mujeres suelen ser madres muy jóvenes.

¿Y los hombres, tienen reloj biológico?

En el varón, a partir de los 40-50 años, comienza a descender el nivel de testosterona, así como de otras hormonas implicadas en el área sexual. Por ello, y con un ritmo mucho más lento, el hombre también puede llegar a sufrir cambios en sus capacidades sexuales, un proceso llamado andropausia.

Durante los 40, atentos a la fertilidad

Un tercio de las españolas pensamos que por encima de los 45 años aún tenemos tiempo para tener un bebé. En este sentido, la fertilidad femenina está directamente relacionada con su reserva ovárica y ésta a su vez se correlaciona con la edad de la mujer, manteniéndose estable hasta los 35 años y disminuyendo progresivamente a partir de ese momento. La reserva ovárica dependerá de cada caso individual, por lo que se deberá analizar en todas las mujeres con problemas de esterilidad. Durante el desarrollo embrionario se generan todos los folículos que la mujer va a utilizar a lo largo de su vida reproductiva. La cantidad de ovocitos que terminarán siendo óvulos disminuye con la edad. La mujer nace con 1,5 millones de ovocitos. Inicia las reglas sobre los 12 años, con unos 400.000-500.000. A lo largo de su vida va a tener unos 400-500 períodos menstruales. Lo sorprendente es que en cada regla unos mil ovocitos son «reclutados», pero solo uno llega a convertirse en óvulo, y el resto se elimina. Esta selección a lo largo de tu vida te hace ver cómo se van agotando progresivamente los ovarios. De tal forma que la fertilidad disminuye al 20-30% a partir de los 40 años.

Nuevas esperanzas: la regeneración de las células germinales

Uno de los estudios más recientes sobre el reloj biológico reabre el debate sobre este tema, al abrir la posibilidad de una regeneración de las células germinales precursoras de los ovocitos. Este estudio de la Universidad de Massachusetts arroja esperanza a la posibilidad de una regeneración de la reserva ovárica. Los científicos del Hospital General de Massachusetts y de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido) trazaron los orígenes de los óvulos inmaduros, llamados ovocitos, desde el período embriónico hasta la madurez. La noción del reloj biológico en las mujeres proviene del hecho de que los ovocitos disminuyen en número a medida que las féminas envejecen, combinado con la creencia firme durante décadas de que en los mamíferos los ovocitos no se renuevan después del nacimiento. Los investigadores, después de una evaluación cuidadosa de los datos, llegaron a la conclusión de que en la edad adulta sea posible que las mujeres produzcan nuevos óvulos.

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