Durante las vacaciones hay que extremar las precauciones en el cuidado de los oídos, ya que el riesgo de sufrir problemas auditivos aumenta debido a numerosos agentes agresivos. Las piscinas, las corrientes de agua, la arena y los viajes en avión pueden alterar la salud auditiva.
Para prevenir riesgos en verano, la Asociación Clave Atención a la Deficiencia Auditiva ofrece una serie de consejos para cuidar los oídos durante esta época del año.
Mantener una buena higiene en oídos.
Limpiar el conducto auditivo sin utilizar bastoncillos y otros objetos.
Evitar que se produzca humedad en el conducto de los oídos.
No viajar en coche con las ventanillas bajadas.
Entrar poco a poco en el agua.
Limpiar el tiempo de uso y el volumen de los auriculares y dispositivos electrónicos.
Mantenerse alejados de fuentes o zonas con mucho ruido.
Si hay mucho ruido es recomendable usar protectores en los oídos, como tapones o moldes.
En caso de despegue y aterrizaje de los viajes en avión es aconsejable mascar chicle para evitar taponamientos.
Acudir al médico ante la presencia constante de molestias y sensación de taponamiento y dolor.