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El riesgo de urticarias en niños en verano se multiplica por el sol y las aguas frías

Entre el 3% de los preescolares y el 2% en edades superiores han padecido esta dolencia

Es fundamental extremar las precauciones con los más pequeños. david revenga

La Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP) advierte de que en verano se incrementa el riesgo de urticaria en niños, debido al sol, el baño en aguas frías y la ingesta de alimentos y bebidas muy fríos. Los pediatras alergólogos recomiendan utilizar un buen protector solar y aplicarlo de manera adecuada, así como no sumergirse de golpe en agua fría para evitar reacciones cutáneas. De hecho, constituye un motivo muy frecuente de consulta en urgencias, atención primaria y especializada, ya que los síntomas son molestos y visualmente alarmantes.

Se estima que entre el 3% de los preescolares y el 2% en edades superiores han padecido urticaria en alguna ocasión, y las épocas de más frecuencia son la primavera y el verano, según datos de la SEICAP. De hecho, la urticaria solar afecta a un 2% de los niños que se exponen al sol y produce ronchas en brazos y piernas, incluso en zonas cubiertas del cuerpo. «Este tipo de lesiones suelen empezar entre uno y diez minutos después de la exposición solar con picor y enrojecimiento y ronchas en las zonas de exposición al cabo de media hora», comentan desde la SEICAP. Los síntomas suelen desaparecer en un plazo de entre una y tres horas y se repiten siempre que el niño se expone al sol. También puede aparecer una erupción rojiza como consecuencia de una reacción fotoalérgica, conocida como fotosensibilización, debida a la exposición al sol de la piel después de la aplicación de cremas, perfumes, desodorantes y cosméticos o la ingesta de algún medicamento.

Los pediatras alergólogos recuerdan que «es fundamental extremar las precauciones pues la mayoría de reacciones se deben a la propia acción del sol por sobreexposición, tomar el sol a horas poco adecuadas o por no usar cremas fotoprotectoras», indican. Además, conviene usar cremas y lociones de protección solar específicas para bebés o niños pequeños, ya que no están perfumadas y su base de formulación es más suave. Deben usarse los protectores solares de amplio espectro, que bloquean tanto los rayos ultravioleta A, como los ultravioleta B, con un Índice de Factor de Protección Solar como mínimo de 30 para los más pequeños. En cualquier caso, «su eficacia dependerá de su aplicación correcta, ya que hay que cubrir toda la piel extendiendo la crema, especialmente la cara, las manos y los pies, y aplicarla 30 minutos antes de salir de casa, incluso los días nublados, pues no empiezan a hacer efecto en la piel hasta 20 minutos después de aplicarla», señalan.

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