La desviación de los ojos puede operarse a cualquier edad y en cualquier época, incluida la estival, pero existen una serie de condicionantes que debemos tener en cuenta antes de tomar la decisión de intervenirnos de dicha desviación ocular o estrabismo, destaca el doctor Enrique Chipont, especialista en Estrabismo y Oftalmología Pediátrica de Oftálica.
Sabemos que el estrabismo es una afección ocular que consiste en la pérdida de paralelismo de los ojos. Es decir, mientras un ojo dirige la mirada a un objeto, el otro se desvía en una dirección diferente.
En ocasiones la desviación no se aprecia con facilidad, pero en los casos severos ocasiona problemas estéticos y de visión importantes. Además de otros tipos de clasificaciones que existen, en términos generales, el estrabismo se divide en horizontal, el ojo se desplaza bien hacia dentro o hacia fuera; y vertical, en este caso un globo ocular va hacia arriba y el otro hacia abajo. Sin embargo, existen casos de estrabismo en los que se dan diversas combinaciones.
Sin los agobios propios del ajetreado invierno es bueno adelantarnos y realizar las revisiones oculares a los más pequeños asegurando su salud ocular y realizando las intervenciones que sean necesarias.
El especialista en oftalmología pediátrica debe llevar a cabo un examen físico que conlleva una revisión detallada de los ojos con el fin de determinar qué nivel de desalineación tienen los ojos:
Reflejo corneal a la luz: En este examen, el especialista sostiene una linterna enfrente del paciente a una distancia de 3 centímetros en el punto medio de los ojos, de esta manera podrá advertir la posición del reflejo de las dos córneas.
Prueba de oclusión-desoclusión: Se utiliza para detectar desviaciones manifiestas y latentes.
Agudeza visual: Esta prueba se lleva a cabo para determinar si el paciente es capaz de ver letras pequeñas en una tabla que se coloca en su campo de visión.
Revisión de la retina: A través de, por ejemplo, diagnósticos digitales por imagen para tomar fotografías del interior del ojo del paciente.
Examen oftalmológico estándar: Se realiza para detectar problemas de visión.
Tratamientos y cirugía de estrabismo
El estrabismo nunca debe ser ignorado creyendo que el niño se curará solo. A no ser que sea tratado antes de los 9 años de edad, puede derivar en una pérdida definitiva de la visión en el ojo desviado (ambliopía). La ambliopía se desarrolla más rápido en los niños pequeños y tarda más tiempo en corregirse en niños mayores, por lo tanto, cuanto antes se inicie el tratamiento, menos grave será el defecto visual inicial y más rápida la respuesta. Así mismo, el estrabismo es, en ocasiones, una señal prematura de un trastorno nervioso grave.
Existen numerosas técnicas que permiten corregir este trastorno; como gafas especiales, obturación del ojo dominante de forma alterna con el otro y programas de entrenamiento visual para reforzar la visión binocular. En todo caso, la detección precoz es esencial para establecer el equilibrio muscular, es decir, recuperar el paralelismo de los ojos.
Según el doctor Chipont, el tratamiento quirúrgico está indicado en los casos severos o que no se corrigen con los tratamientos tradicionales. La cirugía fortalece o debilita ciertos músculos de los ojos para obtener una buena visión y evitar que se tuerzan.
En ocasiones el estrabismo se puede corregir mediante la inyección de toxina botulínica y bajo anestesia general. Estas toxinas producen una parálisis temporal de los músculos y permite, por una serie de mecanismos, y, en algunos casos determinados, curar este trastorno.
