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El Hospital Quirónsalud Torrevieja elabora vacunas contra el cáncer

Pone en marcha una «Sala Blanca» para la fabricación de tratamientos específicos de inmunoterapia en pacientes oncológicos

Imagen de la Sala Blanca.

El Hospital Quirónsalud Torrevieja ha puesto en marcha una Sala Blanca diseñada bajo los criterios internacionales de calidad GMP (Good Manufacturing Practices) y destinada a la elaboración de medicamentos de terapia avanzada, como son las vacunas con células dendríticas. El equipo médico de la Plataforma de Oncología del Hospital Quirónsalud Torrevieja, que dirige el doctor Antonio Brugarolas, ha iniciado la producción de células dendríticas obtenidas a partir de la propia sangre del paciente en neoplasias avanzadas, «como cáncer de próstata metastático, que demuestran, de manera consistente, que es posible conseguir una reacción inmune específica contra el tumor». Además de trabajar en este cáncer «en la hoja de ruta de la Sala Blanca se prevé implicarse en la obtención de vacunas para el tratamiento de pacientes con melanoma y cáncer de mama».

Los doctores Manuel Sureda y Belén Valenzuela, ambos directores del proyecto de inmunoterapia de la Sala Blanca, explican que «desde el punto de vista clínico se ha demostrado que estas vacunas contra el cáncer son una estrategia terapéutica segura, bien tolerada y que no genera respuesta autoinmune».

Según la doctora Belén Valenzuela, «la inmunoterapia es una modalidad de tratamiento oncológico que utiliza el sistema inmunológico para combatir el cáncer». Busca obtener un beneficio terapéutico a través de la movilización del sistema inmune. Las células dendríticas son las que presentan los antígenos más potentes que se conocen y que superan a los macrófagos o a los linfocitos B. Estas células tienen la capacidad de presentar péptidos específicos del tumor a linfocitos T citotóxicos y, de este modo, provocar su activación y proliferación para reconocer y eliminar las células tumorales que expresen dichos péptidos. Además de su papel central en la activación de linfocitos T, estas células interactúan directamente con otros tipos en el microambiente tumoral y favorecen la respuesta antitumoral in vivo.

Proceso de fabricación

La fabricación de vacunas de células dendríticas para el tratamiento del cáncer de próstata comprende distintos pasos, todos ellos acometidos dentro de la Sala Blanca. A partir de la sangre del paciente se seleccionan las células que solo tienen un núcleo celular (mononucleadas), que son linfocitos y monocitos. Posteriormente, se obtiene un cultivo de células dendríticas mediante la incubación de esas células mononucleadas con diferentes moléculas estimuladoras. En las fases finales las células dendríticas son incubadas con fosfatasa ácida prostática para obtener células dendríticas específicas de esta proteína que, finalmente, serán infundidas al mismo paciente. Esta vacuna provocará in vivo la activación y proliferación de los linfocitos T efectores específicos del tumor, los cuales reconocerán y eliminarán las células cancerosas que expresan fosfatasa ácida prostática.

La Sala Blanca y la inmunoterapia

El nuevo espacio es una sala especialmente diseñada e implementada para obtener niveles de contaminación mínimos o nulos donde se elaboran los denominados «medicamentos de terapia avanzada». Los parámetros ambientales en su interior están estrictamente controlados: partículas en aire, temperatura, flujo de aire, presión interior del aire, iluminación, etc. Los operarios que acceden a su interior visten trajes estériles que incluyen gorro, mascarilla, mono de trabajo, guantes y calzas, para evitar la contaminación de la sala.

La Sala Blanca incorpora diferentes sistemas de seguridad para impedir que las células con las que se trabaja se contaminen con microorganismos o partículas. Entre ellos figuran los siguientes:

El aire que entra en el laboratorio es estéril, ya que ha sido filtrado para eliminar partículas en suspensión y microorganismos. Se renueva completamente varias veces por hora para no acumular polvo. La circulación se hace a través de filtros de alta eficacia (filtros HEPA) para retener partículas.

La zona de producción y los vestuarios de acceso se mantienen en una escala de presiones decreciente entre cada estancia y el exterior, de forma que cuando se abren las puertas el aire siempre sale y no puede entrar desde fuera. El paso entre las diferentes zonas de la sala incorpora un sistema de esclusas para conservar las diferencias de presión entre las dependencias y respecto al exterior.

Las paredes están recubiertas de resina fenólica y los rincones son redondeados para evitar acumulaciones de suciedad. Además, en su interior no existen tomas de agua ni desagües ya que son un foco de contaminación microbiana.

La entrada y salida de materiales y reactivos se efectúa a través de esclusas presurizadas distintas a las del personal; así se evita una posible contaminación cruzada de los productos fabricados en la sala.

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