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Tribuna

Biopsia de próstata, nuevos avances en el diagnóstico

Nuevos avances en el diagnóstico del cáncer de próstata nos permiten identificar la localización casi exacta del tumor en la glándula prostática y en muchos casos incluso la naturaleza del mismo.

Nuestra misión como médicos es, ante todo, poder diagnosticar a tiempo aquellas enfermedades cuya evolución puede conllevar un deterioro importante de la salud de nuestros pacientes.

Refiriéndonos al cáncer de próstata, uno de los más frecuentes en el hombre, esta premisa se hace absolutamente relevante puesto que la detección precoz del cáncer puede suponer salvar la vida al paciente o cuando menos evitar graves consecuencias si se produjera la evolución del mismo.

Como todos sabemos, el PSA, es uno de los principales medios de diagnóstico que utilizamos en aquellos pacientes que se someten a controles periódicos para intentar detectar precozmente el cáncer de próstata.

Hasta ahora en aquellos pacientes que en controles rutinarios, tenían un PSA elevado, es decir aquellos en los que existe una sospecha fundamentada de poder padecer un cáncer de próstata seguíamos el criterio de realizar en primer lugar una RNM (resonancia magnética) de la próstata.

Esta prueba nos determina con mucha precisión no sólo las alteraciones que se han podido producir dentro de la glándula prostática si no si el posible tumor ha podido extenderse fuera de la misma.

Pero esta prueba en sí misma no es diagnóstica, es decir no nos da la certeza absoluta de si tenemos o no el tumor por lo cual a posteriori teníamos que realizar la biopsia.

Una nueva posibilidad ha surgido para intentar no sólo diagnosticar con mayor certeza el tumor prostático también nos indica donde deberíamos realizar la biopsia con más precisión para la detección del mismo.

La fusión entre la RNM y la ecografía prostática se constituye así como el mejor método que disponemos hoy en día para localizar alteraciones de la próstata que podrían ser tumorales y de esta forma poder diagnosticarlas con más precisión.

No es una técnica nueva, los primeros estudios los inicia Lepor en EE UU pero actualmente se considera como el medio de elección para poder ser más efectivos en la tarea de poder prevenir la evolución del cáncer de próstata.

Un nuevo reto surge en la aplicación de estas técnicas, el poder detectar cuales de estos tumores son realmente agresivos es decir los que van a poder provocar un daño real a nuestro organismo y por tanto deberían ser tratados con técnicas como la cirugía, radioterapia?

De esta forma podríamos evitar tratamientos innecesarios en aquellos pacientes que aún teniendo un cáncer de próstata nunca este va a suponer un peligro para la salud o la vida del paciente.

Teniendo en cuenta que en un 30% de los hombres a partir de los 50 años podemos encontrar células cancerosas pero que en la mayoría de los casos nunca serán ningún problema.

Uno de los principales retos de la oncología moderna es poder individualizar los tratamientos médicos, radio o quimioterápicos y para ello es imprescindible conocer más sobre el tumor, su naturaleza y sobre todo su capacidad de hacer daño al organismo.

Si desea más información puede acceder a la web www.saludhombre.es

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