Cuando un paciente ha sido diagnosticado de un cáncer de próstata, parece que el mundo se le viene encima y aunque necesariamente supone un choque emocional, en este artículo pretendo indicar a aquellos pacientes que han sido diagnosticados de un cáncer de próstata cuáles son los pasos que debería seguir para afrontar su enfermedad de una forma objetiva y de esta manera conseguir la estabilidad emocional necesaria para tomar las decisiones adecuadas para poder superarlo:
Infórmese con más profundidad sobre el cáncer de próstata. Resumiendo, podemos decir que es el segundo cáncer más frecuente en el hombre, que la mayoría de las veces es de crecimiento muy lento y poco agresivo, lo que permite tratarlo cuando todavía está localizado y por tanto curarlo. Gracias a los reconocimientos periódicos suele detectarse en los primeros momentos de su aparición.
Infórmese a través del urólogo u oncólogo y, una vez considere que dispone de la información adecuada, lea algo más sobre el cáncer de próstata en páginas especializadas. Esta información le hará plantearse nuevas preguntas que debe volver a consultar con el especialista. Tenga en cuenta que tiene tiempo de sobra para tomar la mejor decisión posible.
Una vez considere que dispone de la información suficiente y que la entiende de una forma clara, deberá decidir con su urólogo el camino a seguir.
Dependiendo del tipo de tumor que se haya diagnosticado, lo cual sabremos por la biopsia y las exploraciones realizadas (TAC, RNM, gammagrafía) así como por la edad del paciente tendremos dos posibilidades:
-No iniciar ningún tratamiento, pero seguir estrictamente un control periódico que nos permita conocer la evolución del tumor.
-Empezar con un tratamiento que podrá ser: cirugía (convencional o laparoscópica), radioterapia o braquiterapia o bien tratamiento hormonal.
Para tomar esta decisión tendremos que saber cuáles son los posibles efectos secundarios de las distintas opciones terapéuticas que se nos ofrecen. Estos efectos secundarios pueden resumirse en la posibilidad de: incontinencia y disfunción eréctil.
Sin embargo cada vez la cirugía es más precisa y permite técnicas que evitan las lesiones nerviosas que causan los efectos secundarios antes descritos. Si hablamos de la radioterapia podemos decir que los nuevos aparatos permiten una mayor precisión del tratamiento y por tanto evitar las lesiones antes descritas.
Hable con su urólogo de estos posibles efectos secundarios y cómo podrían ser resueltos si se produjesen, así como de la posibilidad de seguir controlando el tumor de próstata si no decide iniciar ningún tratamiento.
Sea consecuente con su decisión. Seguramente no le habrá sido fácil tomar una decisión, pero una vez tomada sea consecuente con ella. Sea cual sea el camino que haya elegido esté seguro que las posibilidades de curación son muy altas y cada vez los efectos secundarios debidos al tratamiento escogido menos importantes.
Siga estrictamente los controles que le indica su urólogo, ocasionalmente tenemos que cambiar de estrategia en el tratamiento y si es necesario cuanto antes se empiece mejor.
Mantenga informada a su familia desde el principio y no oculte su enfermedad. Cuando se padece una enfermedad, y no tiene por qué ser un cáncer de próstata, el mejor apoyo lo tendrá de la gente a quien de verdad importa.
Ya ha pasado la época de ocultar el cáncer de próstata, vemos a menudo y cada vez más a personajes públicos que no tienen ningún inconveniente en declarar su enfermedad abiertamente.
Debemos vivir con naturalidad nuestra enfermedad y dejar de lado los mitos y las connotaciones negativas que se le suponían por que probablemente solo lo estén en nuestra cabeza.
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