El autismo es un espectro de trastornos caracterizados por graves déficits del desarrollo, que afectan a la socialización y la comunicación, con patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades.
Se trata de un grupo de trastornos que tiene un origen neurológico y que abarca muchas afectaciones que pueden dar lugar a sintomatología autista. En los últimos años se han identificado múltiples genes candidatos responsables del autismo y muchas enfermedades genéticas que se manifiestan con autismo. Sin embargo este componente genético no siempre está presente pudiendo existir diversos factores que juntos hacen que aparezca el autismo. Algunos como la prematuridad y los problemas al nacimiento se han convertido en un factor importante. De igual manera, descartada la relación del autismo con las vacunas, cobra importancia la epigenética y con ella la relación con nuestro entorno y la exposición a determinadas sustancias tóxicas que estos niños puedan sufrir.
En cuanto a los síntomas, las personas con autismo tienen un conjunto de alteraciones semejantes, pero que varían en grado y en forma. Tendemos a usar el mismo término para hablar de personas muy diferentes, incluyendo los niños con Síndrome de Asperger y los llamados Trastornos Generalizados del Desarrollo, y por tanto con diferentes necesidades. Las personas con una afectación más grave presentan una completa ausencia del habla, con ausencia de intención comunicativa y comportamientos extremadamente repetitivos e inusuales. Las formas más leves de autismo pueden ser casi imperceptibles y suelen confundirse con la timidez, la falta de atención y la excentricidad.
En los últimos años, la incidencia de niños con autismo está aumentando, alcanzando cifras, según los Centros de Control y Prevención de enfermedades de Atlanta (CDC), de 1 caso cada 68 niños. Esta alta incidencia hace que sea fundamental identificar de forma temprana a estos niños para instaurar un tratamiento precoz y obtener unos mejores resultados.
Entre los signos precoces que podemos encontrar en los niños con autismo se encuentran:
Tratamiento
En cuanto al tratamiento de los niños con Trastornos del Espectro Autista, es fundamental individualizar teniendo en cuenta las características de cada niño y trabajar por mejorar la calidad de vida de estos niños y sus familias favoreciendo la integración social. Los tratamientos psicológicos y farmacológicos deben instaurarse de forma conjunta para mejorar el desarrollo de estos niños.
Nunca hay que pensar que serán incapaces de hacer las tareas, sino valorar los pequeños logros de cada día y trabajar coordinadamente entre los profesionales, el niño y la familia.
