Los tratamientos farmacológicos y las técnicas que se aplican van mejorando gracias a la investigación, algo que permite desarrollar nuevas formas de tratar una enfermedad. En el campo de la oftalmología se ha empezado a aplicar un nuevo procedimiento para tratar diversos problemas oculares, entre ellos la degeneración macular. Estamos hablando de las inyecciones intravítreas.

El doctor Javier Placeres, especialista de la Unidad de Retina de Oftálica explica que, la inyección intravítrea es un procedimiento por el cual se aplica una sustancia, una cortisona especial, dentro del ojo para curar la patología. La forma de aplicarla es, tal y como dice su propio nombre, por medio de una inyección en el ojo. La función de esta sustancia es eliminar los vasos anormales que hay en la zona ocular y que son los responsables de las enfermedades de retina.

La inyección puede aplicarse de forma ambulatoria como en quirófano.

Técnica indolora

Generalmente, los pacientes se asustan al oír esta explicación, pero en realidad no se trata de una técnica dolorosa. Además antes del pinchazo se aplican unas gotas a modo de anestesia que insensibilizan la zona para que la aguja no haga daño. La persona sometida a este procedimiento puede notar una pequeña molestia con la punción, pero nada extremadamente insoportable.

Hay que tener en cuenta que si el oftalmólogo opta por este tratamiento es porque se encuentra ante un problema ocular de gravedad.

Patologías que pueden ser tratadas

La inyección se aplica en un gran número de problemas oculares. Uno de los campos donde mayor efectividad ha demostrado es en el tratamiento de la degeneración macular que suele afectar a personas mayores de 65 años. Otras patologías que se pueden solventar o, en su defecto, mejorar, son la retinopatía diabética la trombosis y los problemas vasculares de la retina, entre otras.

Volviendo a la degeneración macular, es una enfermedad que degenera la retina por la aparición de unas venas anormales que estropean la visión. A través de una inyección se destruyen estas venas y se frena la pérdida de visión, consiguiendo incluso una clara mejoría. Normalmente se aplican 3 inyecciones durante tres meses. Después hay que seguir un control y según la evolución, se repetirá alguna punción o no hará falta. Los casos en que hay que pinchar más veces son pocos y esporádicos.

El doctor Enrique Chipont, director médico de Oftálica, destaca que las inyecciones intravítreas han demostrado tener una gran efectividad.

En el 95% de los casos se consigue frenar la enfermedad, mientras que un 40% de los pacientes tratados mejoran su agudeza visual. Es importante remarcar que, en caso de los diabéticos, son una alternativa tan buena como el láser oftalmológico.