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Tribuna

El hombro doloroso y su tratamiento

En la práctica clínica habitual, el dolor de hombro es uno de los motivos de consulta más frecuente en pacientes de todas las edades. Se estima que llega a afectar al 25 % de la población en algún momento de la vida.

El hombro doloroso es un cuadro clínico que abarca una serie de diagnósticos como la tendinitis del manguito rotador, la bursitis de hombro, el pinzamiento subacromial, la tendinitis calcificante, la capsulitis adhesiva y la rotura del manguito rotador, entre otros.

Todos estos diagnósticos tienen en común una sintomatología parecida: dolor y disminución de la movilidad del hombro. Si bien cabe recalcar que cada patología tiene unas particularidades que son distintivas, y hay que conocerlas para poder aplicar el tratamiento idóneo.

¿Causas de dolor de hombro?

El hombro es la articulación con más movilidad de todas las existentes en nuestro organismo. Es por ello que sea una de las más propensas a presentar sintomatología. La mayoría de los problemas de hombro se pueden clasificar en cuatro categorías principales:

Inflamación (bursitis o tendinitis) o rotura.

Inestabilidad.

Artrosis.

Fractura.

La causa más frecuente de hombro doloroso es la tendinitis del manguito rotador, cuyo cuadro clínico se caracteriza principalmente por dolor de predominio nocturno. En ocasiones, las molestias aparecen de forma lenta y progresiva, pudiendo ser leve en su fase inicial. No obstante, sin un tratamiento precoz adecuado, la lesión puede evolucionar desencadenando un dolor crónico y un déficit de movilidad por rotura de los músculos y tendones que participan en el movimiento de la articulación.

¿Cómo se diagnostica la lesión?

La exploración física es especialmente relevante en las lesiones del hombro. En la literatura médica, hay descritas más de 50 maniobras exploratorias específicas para la región del hombro, cada una aporta una aproximación hacia el origen del problema y la lesión concreta. No menos importante es la «Anamnesis», que no es más que la información que aporta el propio paciente: desde cuando aparecieron los síntomas, si el dolor empeora con determinados movimientos, o con la práctica de un deporte concreto, etc...

Posteriormente una radiología simple, junto con una ecografía y resonancia magnética podrá confirmar y concretar esas lesiones. Siempre hay que correlacionar los hallazgos de la imagen encontrados con la exploración y sospecha diagnóstica.

¿Cuál es el tratamiento idóneo?

Inicialmente el tratamiento del hombro doloroso, de forma general, consiste en un reposo relativo de dicha articulación junto con un anti-inflamatorio o analgésico oral. Si pasados unos días el dolor no mejorase, es recomendable acudir a un especialista para poder diagnosticar y tratar la lesión de forma específica.

En el caso de que no mejore con un tratamiento conservador, la cirugía artroscópica es muy eficaz. A través de una mínima incisión, se introduce una cámara con un instrumental que permite tratar la lesión de forma poco agresiva. Esto permite una recuperación mucho más rápida que con técnicas clásicas, con una resolución del dolor y mejoría funcional de la articulación del hombro realmente sorprendente.

El avance de la Artroscopia de Hombro con el desarrollo de nuevas ópticas (cámaras de distintos diámetros y angulación, con resolución FullHD) e instrumental específico para la patología a tratar, junto con un conocimiento artroscópico de la articulación del hombro y una alta especialización en artroscopia, ha permitido que hoy en día podamos tratar patologías que hasta hace muy pocos años no se trataban e incluso desconocían.

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