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Tribuna

¿Realmente queremos un cambio en nuestro estilo de vida?

Podemos hacer una lista con los malos hábitos y comenzar a modificarlos paso a paso.

Empezamos un nuevo año y como siempre surgen los buenos propósitos, parece que el hecho de comenzar algo nuevo nos anima a hacerlo con buen pie, de ahí el dicho de «borrón y cuenta nueva»; pues de eso se trata, de dar unas pautas de cómo sería más llevadero esto de afrontar un nuevo estilo de vida.

Los propósitos más comunes en estas fechas están relacionados en mejorar nuestro estilo de vida. Entre los más populares tenemos el de bajar de peso, quitarse la barriguita, reducir algún michelín, dejar de fumar, hacer algo de ejercicio, apuntarse al gym, etc. Todos tienen un denominador común: la nutrición y el ejercicio.

Si estas propuestas son tan buenas ¿por qué en la mayoría de casos no llegan a buen fin? No se trata tanto de motivación, sino más bien de tener motivos para llevar a cabo acciones. La propuesta que nos hacemos debe ser el interruptor de un propósito en el que luego nos deberemos mantener firmes en el tiempo.

En primer lugar, hay que trazar el plan y después establecer pequeñas metas a corto y medio plazo, con ciertas recompensas. Pues bien, aquí es donde fallamos, en la mayoría de ocasiones tenemos claro el destino, pero naufragamos en la travesía. Nos fijamos caminos excesivamente duros y eso nos hace caer en la frustración y el desánimo sin darnos cuenta.

Pongamos por caso la persona que quiere comenzar un programa de nutrición para bajar peso y modificar su composición corporal. Si la situación de partida es caótica, lo que no debemos pretender es modificar todos los malos hábitos «desde el lunes», porque seguramente antes del «primer viernes» hayan surgido problemas, o situaciones que te hagan no hacer todo lo que te has fijado; este objetivo es un objetivo demasiado exigente.

Podríamos hacer una lista con los malos hábitos y comenzar a modificarlos paso a paso (me gusta más esta expresión que la de poco a poco), la cuestión es llevar a cabo un plan para cambiar tu estilo de vida, no una dieta temporal para luego volver a hacer las cosas mal. Si hacemos esto y comenzamos a modificar pequeños hábitos, vamos a tener la sensación que «desde el minuto 0» estamos mejorando sin esfuerzo, y esto en sí mismo será un refuerzo positivo, ya que cada día estarás consiguiendo un paso más, es decir, todo suma. Cuando consigas modificar un hábito con un pequeño esfuerzo, se tratará de ir sumando? sucesivamente hasta que tu primer plan se cumpla.

Con el ejercicio sucede algo muy parecido, no debemos pasar de una vida sedentaria a pretender correr una media maratón o pegarnos una paliza de 3 horas en el gimnasio, entre otras cosas porque el grado de motivación del primer día es posible que no esté acorde con la condición física y lo que podemos generar son unas agujetas terribles que te van a incapacitar durante 4 ó 5 días, los justos para dejar el gimnasio y pensar que no has nacido para esto.

Siguiendo con el refranero, y como «para muestra vale un botón», a continuación te proponemos algunas pautas sencillas que si eres capaz de ir introduciéndolas en tu vida paso a paso, en unos meses notarás la diferencia.

Con respecto a la nutrición

? Come 5 veces al día es más importante de lo que te crees, la clave no es comer menos, es hacer más ingestas con más nutrientes y con menos calorías, los tentempiés son muy importantes, el picoteo no.

? Comienza el día con un buen desayuno, si no tienes tiempo prueba la opción de un batido en tu desayuno que te aporte muchos nutrientes, pocas Kcal y te ayude a mejorar tu nivel de hidratación de buena mañana, elimina la bollería industrial y los azúcares simples.

? Vigila tus ingestas a partir de las 18:00 horas, sobre todo si no vas a hacer ejercicio, cena ligero, incluso prueba a tomar batidos ricos en nutrientes, facilitan mucho la digestión por la noche.

? Aumenta el consumo de agua, se capaz de medir la cantidad de agua que bebes al cabo del día, y auméntala.

? Toma fruta y verdura 5 veces al día, mejorará tu consumo de fibra y vitaminas.

? Aumenta el consumo de pescado y reduce el consumo de carne roja.

Con respecto al ejercicio

? Muévete al menos 30 min/día, no es necesario que sea de golpe, puedes hacerlo en 3 bloques de 10 minutos, sobre todo al principio.

? Aumenta la intensidad poco a poco, al final lo que marca la calidad de tu entrenamiento no es tanto la duración, sino más bien la intensidad.

? No pienses que el trabajo de fuerza es para ponerte como Schwarzenegger, se trata de hacer un trabajo para mantener un buen tono en tu musculatura, esto te hará sentirte más ligero, menos cansado, protegerás mucho mejor tus articulaciones y aumentará tu consumo de Kcal/día.

? Crea tu momento zen para estirar y hacer un trabajo abdominal, esto mejorará tu estabilidad raquídea y tu concentración.

? Y sobre todo, piensa que lo importante es hacer poco todos los días y que sea divertido.

No te castigues si no lo consigues la primera semana, recuerda que no se trata de hacer todo de golpe, sino de modificar tu estilo de vida y eso lleva algo más de tiempo. Debes pensar que cada día vas sumando y que en general «hoy estás algo mejor que ayer y estarás mucho mejor mañana», que en la constancia y sobre todo en la regularidad está la clave, no te machaques si un día no puedes y te lo saltas, haz un balance semanal, quincenal, mensual, y verás que cada vez estás más cerca de tu meta.

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