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Adicción

Comprar sin control

El comprador compulsivo es más común de lo que creemos, pero no es una adicción muy conocida

Comprar sin control GUILLÉN/EFE

Las rebajas son un acontecimiento social que se repite cada año. Muchos aprovechan este tiempo como una oportunidad única para encontrar prendas u objetos de menor precio, pero otros acaban gastando mucho más dinero del que se habrían gastado en una compra normal. A las personas con este comportamiento se las denomina compradores compulsivos, quienes rara vez reconocen sufrir este trastorno.

Las rebajas tratan de estimular el consumo, pero el uso que les demos dependerá de nosotros. Según explica la psicóloga clínica, Amaya Terrón, «las compras compulsivas son una adicción en toda regla y se caracterizan por un afán incontrolado, impulsivo y exagerado por adquirir objetos que no necesitamos. Vienen precedidas por una ansiedad o angustia que no se ha podido erradicar de otra manera, que suele apaciguarse temporalmente y nunca del todo durante las compras, pero que tiene un precio posterior psicológico en forma de culpa, arrepentimiento y tristeza que refuerza de nuevo la actitud compulsiva y por ende la adicción».

«El comprador compulsivo es más común de lo que pensamos, pero no es una adicción muy conocida en la sociedad, ni reconocida por las personas que la sufren y tampoco está mal vista, por lo que es bastante silenciosa en este sentido», argumenta Amaya Terrón.

Perfil del comprador compulsivo

Todos hemos tenido alguna conducta consumista en algún momento de nuestras vidas, adquisiciones de artículos que no necesitamos o que están por encima de nuestras posibilidades, la compra de productos de la que nos hemos arrepentido?, pero esto no nos define como compradores compulsivos, ni como adictos a las compras. «Tener esta conducta incontrolada como respuesta a nuestras angustias o problemas, frecuente o reiterada, es lo que debe alertarnos», explica la psicóloga clínica Amaya Terrón.

Por el contrario, explica Amaya Terrón, «las compras compulsivas son irracionales e incontroladas. Además, la persona que sufre esta adicción cada vez necesita realizar mayores compras para obtener la misma satisfacción, y si no realiza la conducta compulsiva experimenta una gran ansiedad, que muchas veces es mayor que la ansiedad que se sentía la primera vez que se inició la conducta disruptiva».

Un 3% de la población, adicta a las compras

Por su parte, expertos de Quirónsalud de Torrevieja estiman que existe un 3% de la sociedad española con una edad media de 40 años que padece un problema de control de impulsos al que se denomina «adicción a las compras» o «compulsión por comprar». Este trastorno afecta a dos tercios más de mujeres que de hombres. Según el doctor Miguel Sánchez, especialista en Psicología en el Hospital Quirónsalud Torrevieja, «el hecho de consumir en sí es solo la punta del iceberg de un problema emocional que se arraiga en lo más profundo de la psique de quien lo padece».

La autoestima de una persona puede aumentar hasta un 17% en el momento de adquirir determinados bienes de consumo. Las compras compulsivas y no planificadas, de artículos que no se necesitan, por un importe que supera sus posibilidades económicas, constituyen, a grandes rasgos, las características que definen a un adicto a las compras, un trastorno que, en muchas ocasiones, no se percibe como tal.

Según el doctor Sánchez, «no es el hecho de poseer en sí, sino el flash o subidón momentáneo que experimentan al efectuar la transacción comercial y el reflejo de ciertos productos como símbolo de estatus social». Además, este tipo de conducta puede arruinar la economía de una persona y deteriorar sus facetas social, laboral y familiar.

Durante el periodo de rebajas se enfatizan y exponen de manera más clara las consecuencias de la adicción a las compras, cuando aumenta la ansiedad del paciente, quien intenta paliarla con impulsos. «Querer y necesitar son dos términos que las personas con conductas de compra compulsiva suelen confundir», añade el doctor Sánchez.

Cómo prevenir la adicción

En primer lugar, se debe pedir ayuda al entorno más inmediato y acudir a los profesionales adecuados, pues «es primordial que la persona tome conciencia del problema grave del que difícilmente podrá salir por sí misma», afirma el doctor Sánchez.

La psicoterapia y la valoración por parte del médico psiquiatra para tratar o descartar otros trastornos mentales asociados serán imprescindibles si se quiere garantizar un pronóstico exitoso sin recaídas. Esta será la única manera de cerrar un capítulo que el individuo que padece la adicción vive con vergüenza y angustia.

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