Es la infección más frecuente, en el ser humano después de la infección del aparato respiratorio.
¿Por qué ocurre la infección urinaria?
Prácticamente en todos los tejidos del cuerpo humano y mucho más en los fluidos, como la secreción pulmonar, saliva, flujo vaginal... y sobre todo en la orina, hay bacterias. Son por tanto saprofitas, es decir se encuentran en nuestro organismo pero sin embargo no son nocivas muy al contrario en muchos casos son necesarias para combatir otros gérmenes que si podrían serlo.
Pero en determinadas circunstancias estas bacterias cuando se desarrollan de una forma descontrolada producen infección. En otras ocasiones bacterias nocivas pueden penetrar en nuestro organismo venciendo a nuestros mecanismos de defensa.
Si nos referimos a la infección urinaria la bacteria que encontramos más frecuentemente es la Escherichia Coli, la cual se encuentra más frecuentemente en el colon, alrededor del ano y la región perineal.
Por tanto para que se produzca la infección urinaria deben asociarse una o varias de las siguientes circunstancias:
Un flujo anormal de la orina: es decir cuando la orina no fluye con facilidad y naturalidad se produce un estancamiento de la misma en el aparato urinario. Por ejemplo cuando tenemos problemas de próstata, estrecheces en la uretra o alteraciones en la vejiga urinaria que dificultan el vaciado de la orina.
Cuerpos extraños en el aparato urinario: fundamentalmente los cálculos, piedras en las vías urinarias pueden producir obstrucción al flujo natural de la orina o bien son elementos donde se instalan las bacterias y por tanto dificultan su eliminación.
Entrada de bacterias procedentes de otras zonas de nuestro cuerpo: sobre todo ano y región perineal-vaginal: es por ello que la limpieza de estas áreas de una forma inadecuada,las relaciones sexuales o el estreñimiento suelen ser las causas más frecuentes de introducción de bacterias en el aparato urinario.
Disminución de las defensas naturales: son múltiples las causas que pueden producirlas. Las enfermedades crónicas, los tratamientos con quimioterapia, tratamiento prolongado con antibióticos... suelen ser las más frecuentes .
Especial atención hay que prestar a nuestros mayores pues en ellos se van a asociar varios de los factores expuestos.
¿Cómo se manifiesta la infección urinaria?
Si usted padece alguno o varios de los síntomas que le referimos a continuación, tómese en serio el acudir a un especialista en urología para que le valore y diagnostique adecuadamente.
Dolor debajo del ombligo, en el bajo vientre.
Escozor o dolor al orinar.
Orinar muy frecuentemente, cada 20 o 30 minutos.
Si la orina huele mal o muy fuerte y tiene un color turbio.
Fiebre, que no tiene que ser necesariamente elevada, es mas un estado de destemplanza. Si esta es muy elevada suele indicar el compromiso del riñón en la infección lo que llamamos pielonefritis.
En los niños pueden aparecer síntomas algo distintos. Así debemos prestar especial atención si el niño presenta inapetencia, irritabilidad, vomitos, diarreas... En los ancianos también su puede ocasionar somnolencia, perdida de apetito, incluso hipotermia.
¿Como prevenir la infección urinaria?
Podemos establecer unas normas:
Beba como mínimo 2-3 litros de agua al día. Como ya sabe el flujo constante y suficiente de orina permitirá arrastrar las bacterias de nuestro aparato urinario y evitar así su crecimiento.
Realice una limpieza intima adecuada para evitar el arrastre de las bacterias del ano y vulva a la uretra.
Evite la toma de medicamentos de forma indiscriminada, fundamentalmente los antibióticos.
Haga una comida sana y variada incluyendo frutas y verduras que aportan sustancias antisépticas.
Evite el estreñimiento.
Acuda a su urólogo si presenta alguno de los síntomas que hemos referido antes.
Prestemos especial atención a los niños y ancianos pues pueden presentar síntomas distintos a los habituales que pueden pasar desapercibidos.
¿Es la infección urinaria contagiosa?
Esta pregunta es muy frecuente. Muchos pacientes piensan que deben evitar el contacto con la persona afectada. La respuesta es NO a no ser que la infección se deba a enfermedades de transmisión sexual.
¿Cómo se trata?
Ante todo hay que descubrir la causa de la infección .Si no sabemos el origen difícilmente podremos solucionar las consecuencias. Siempre aconsejamos acudir al especialista o bien a su médico de familia para intentar iniciar un tratamiento médico, bien enfocado desde el principio y así evitar complicaciones innecesarias o la cronificación de un problema que suele tener una solución sencilla.
Por supuesto no se automedique, no haga caso a las recomendaciones de familiares y amigos, que probablemente con muy buena intención le quieran aconsejar.
Piense que su problema no tiene por qué ser el mismo que el de su vecino y por tanto el tratamiento que en uno funciona no lo hará en su caso.
