Parece raro, ¿verdad? Pero uno de cada 100 varones padece esta enfermedad que en muchos casos puede hacer que la relación sexual sea realmente difícil, incluso imposible. Esta incurvacion solo la notan cuando están en erección y suele ir acompañada de cierto grado de dolor. Sin embargo en estado de flacidez no notan nada.
Les llama la atención el comprobar que no les ha ocurrido nada extraordinario que justifique esta deformidad, no han padecido ningún tipo de infeccion, inflamación o traumatismo.
Sin embargo, cuando se exploran notan como un bulto o dureza que puede estar localizado en cualquier parte del pene. Imagínense la preocupación, lo primero que les viene a la cabeza es que están desarrollando un tumor.
En algunos casos empiezan a notar que la erección está fallando, cuesta llegar a ella y en ocasiones no tiene la suficiente rigidez como para conseguir la penetración.
¿Qué es entonces lo que está pasando? El diagnóstico no suele ser difícil, se está instaurando la enfermedad de Peyronie.
La enfermedad de La Peyronie es una dolencia inflamatoria de origen desconocido que produce una induración (aumento de consistencia) de la túnica albugínea (capa que envuelve a los cuerpos cavernosos, que son los que contienen el tejido eréctil del pene), afectando a una extensión variable de la misma.
Causas
Aunque su origen es desconocido se han identificado varios factores como posible causa:
-Infeccón, en concreto uretritis.
-Traumatismos, en concreto los microtraumatismos que se producen durante el coito.
-Factores genéticos: ocasionalmente la enfermedad tiende a ocurrir en familias (herencia o predisposición genética), pero no es frecuente. Se puede encontrar, asimismo, la asociación de esta enfermedad a otras que afectan a tejidos del organismo de origen similar al de la albugínea como la esclerodermia, la enfermedad de Dupuytren...
-Hipertensión arterial y el uso de fármacos betabloqueantes como el propanolol.
-Trastornos circulatorios: hipertensión o arterioesclerosis.
-Factores endocrinos como la diabetes.
Deformación
El pene se compone básicamente de tres cilindros, que son músculos cubiertos por una capa de tejido que llamamos albuginea y finalmente, la piel.
En la enfermedad de La Peyronie aparecen espontáneamente placas fibrosas en la capa elástica que hemos descrito, manifestándose como bultos (placas), de tamaño variable, sobre todo en la línea media del dorso del pene.
Cuando el pene está erecto, se hincha de forma desigual y tiende a curvarse en dirección a la placa, causando el aspecto deformado característico de la enfermedad de La Peyronie.
Es como si a un globo le diéramos un pellizco,se doblaría hacia la zona donde hemos pellizcado.
Síntomas
La enfermedad de La Peyronie puede aparecer en cualquier momento a partir de la adolescencia, pero normalmente aparece en hombres de 40 a 60 años. Afecta a 1 de cada 100 (0,4 a 1,0%) hombres de mediana edad.
La enfermedad causa muchos grados diferentes de deformación y molestia. A algunos hombres casi no les molesta, mientras que para otros el coito es físicamente imposible.
Diagnóstico
Se diagnostica basándose en la historia clínica y en el examen del pene. Hacer una ecografia siempre es importante para valorar el tamaño real de la placa y si hay calcificaciones. Solemos pedirle al paciente que nos aporte una fotografía que nos demuestre realmente el grado de incurvación
Tratamientos
Dependerá del tamaño de la placa que haya desarrollado el paciente, de si hay o no inflamación y portando dolor, del grado de deformidad que provoque y por ultimo si ha producido o no disfunción eréctil.
Es importante entender que la enfermedad de La Peyronie puede, en el transcurso de algunos meses, mejorar o progresar, por lo que es necesario un periodo de espera entre su aparición y la necesidad de instaurar tratamiento definitivo.
El tratamiento farmacológico es útil en hombres en los que la enfermedad de La Peyronie se encuentra en las primeras fases o está activa, es decir cuando el bulto se está expandiendo o es doloroso. El objetivo es reducir el dolor, el tamaño del bulto y la eventual deformación.
