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Manchas, signos de envejecimiento que pueden tratarse

Las arrugas no son el único signo de vejez que muestra la piel humana

Manchas, signos de envejecimiento que pueden tratarse

Cuando hablamos de los signos de la vejez, tenemos la tendencia a pensar, casi de forma automática, en las arrugas. Evidentemente éste es uno de los aspectos que más evidencia el paso del tiempo en nuestro cuerpo y, particularmente, en nuestro rostro. En todo caso, analizando con rigor médico el fenómeno del envejecimiento cutáneo, hay otros factores externos que igualmente afean el aspecto y la calidad de la piel y que no vienen determinados por el número y/o profundidad de las arrugas. Hoy, en esta tribuna, abordaremos esos otros signos que avejentan la piel e inciden en su uniformidad, textura, color, etc. Lo haremos, como siempre, desde una perspectiva médica tratando de explicar qué son, sus causas y, evidentemente, los magníficos tratamientos de los que disponemos para atajarlos.

Léntigos y cuperosis

El paso de los años y la exposición continuada al sol sin protección y ciertos factores genéticos, son el germen de los denominados léntigos solares. Dermatológicamente son manchas pardas u oscuras que aparecen en personas de mediana o avanzada edad. Lesiones benignas que no afectan a la salud pero que, estéticamente, suelen molestar notablemente a quienes las padecen.

Igualmente, el envejecimiento cutáneo suele asociarse con la aparición de cuperosis y/o telangiectasias faciales. La cuperosis es una afección estética de la cara caracterizada por la aparición de pequeños vasos sanguíneos o capilares dilatados que producen manchas rojizas en las mejillas (en ocasiones se extienden hasta el mentón y la frente). Las telangiectasias faciales son dilataciones permanentes de grupos de capilares y venas superficiales que suelen aparecer en las mejillas y la zona de las aletas nasales. Al igual que los léntigos, son lesiones benignas que suelen incomodar notablemente a quienes las padecen. Pueden asociarse con sensación de ardor o hipersensibilidad de la zona afectada. Otro ejemplo claro de esta incomodidad reside en el hecho de que el color rojizo de las mejillas acostumbra a asociarse popularmente con la ingesta de alcohol. Muchos pacientes que padecen cuperosis se sienten estigmatizados por esta circunstancia.

Tratamiento y rejuvenecimiento cutáneo

En el Centro Dermatológico Estético disponemos de plataformas médicas láser de última generación que nos permiten la resolución conjunta de estas patologías. Un tratamiento coordinado de lesiones pigmentadas y vasculares y una estrategia terapéutica con la que combatimos ambas patologías incidiendo, en paralelo, en el rejuvenecimiento de la piel. Insistimos una vez más, una piel joven no sólo es una piel sin arrugas; tiene un color uniforme, muestra tersura y equilibrio.

El Láser Alejandrita para pigmentos y el Láser de Colorante Pulsado de Candela para la patología vascular son dos potentes herramientas de uso médico. Combinadas de forma adecuada, estas dos tecnologías de alta gama nos permiten conseguir magníficos resultados. Dos herramientas sanitarias que aportan una ventaja sobresaliente, su extrema precisión. Nos permiten trabajar específicamente sobre las lesiones sin afectar la piel circundante.

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