Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Ictus y el tiempo

Ictus y el tiempo

Desde el momento en el que una persona sufre un accidente cerebrovascular, cada segundo cuenta. Viene de repente y cambia el resto de la vida; no hay vuelta atrás y tanto para el paciente como para los familiares y amigos, es un duro golpe que debe afrontarse con una actitud positiva y esperanzadora. Precisamente si hablamos de actitud positiva, encontramos el caso de Mª Rosa Noguera. «Es muy fuerte, ha sido una experiencia muy impactante en mi vida e inesperada. No sabía nada de esta enfermedad y de repente resulta que tienes que ponerte las pilas para que dentro de lo malo, con esfuerzo y sacrificio pudiese recuperar todo lo que había perdido», explica.

El accidente cerebrovascular (ACV) suele ocurrir donde menos te lo esperas. En el caso de Mª Rosa, sucedió en el coche de camino a casa de su hermano; pero como a ella miles de personas sufren un ictus cada año. Es de vital importancia detectar los síntomas.

«Yo creía que no tenía mucha importancia pero poco a poco me fui dando cuenta de que era algo muy importante ya que tenía paralizados el brazo y la pierna derecha. Estaba muy asustada y confundida. No quería ver a nadie, me molestaba todo el mundo, me molestaba hasta yo misma. Estaba desesperada solo quería dormir para no pensar en todo lo que se me venía encima. Me tenían que dar de comer, ponerme a orinar, lavarme, todo?era una persona inútil total. Estando en el Hospital me caí, rompiéndome la ceja y complicando aún más mi situación».

La rehabilitación neurológica temprana es de vital importancia y Mª Rosa sabe mucho de ello. Tras quedar estabilizada y viendo su inminente alta, la pregunta de los familiares era si se podía hacer algo más por ella. Fue entonces cuando se informaron y optaron por el ingreso en un hospital especializado en rehabilitación neurológica.

Mª Rosa llegó al hospital neuro-rehabilitador Casaverde el 24 de diciembre de 2014. «Mi familia no pudo hacerme mejor regalo de Navidad que ese. Llegué en silla de ruedas y ahora soy capaz de andar por mí misma. Estaba muy confundida, con despistes y olvidos, pero me han puesto la cabeza en su sitio».

En lo que se refiere a daño cerebral, un equipo multidisciplinar permite al paciente recibir un tratamiento especializado, trabajando tanto la parte física como la mental. Junto a la especialización, una rehabilitación intensiva y temprana es la clave para la recuperación del paciente. Todas las disciplinas se coordinan para que las terapias vayan desde ejercicios en el gimnasio, en piscina, en las salas y los despachos.

Mª Rosa sale por la puerta grande y tras unos meses de mucho trabajo se despide del equipo con una sonrisa. Trabajar desde el principio la rehabilitación le ha permitido evitar una gran invalidez, puede caminar y ha recuperado casi totalmente el brazo izquierdo. «Dicen los antiguos refranes que el tiempo es oro, pero lo que la medicina ha demostrado es que el tiempo es vida», concluyen desde Casaverde.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats