Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El cambio de rutina con respecto a las vacaciones debe realizarse de forma gradual

El final de las vacaciones de verano conlleva la vuelta al colegio y ante ello es fundamental que organicemos la vuelta a la normalidad de los más pequeños procurando que el cambio en las rutinas se realice de forma gradual.

Lola Gil, tesorera del Colegio de Enfermería de Alicante y enfermera de Atención Primaria, recomienda comenzar con las rutinas de sueño y comida unas semanas antes de empezar el cole, ya que durante los meses de verano nuestros hábitos y los de nuestros hijos no son los mismos que durante el resto del año, para que el niño se vaya acostumbrando poco a poco a estos horarios.

Por otro lado hay que volver a prestar atención a la alimentación, ya que generalmente en verano se comete algún que otro exceso alimentario y nos preocupamos menos de hacer ejercicio de forma regular, por lo que es necesario que volvamos a recuperar los hábitos saludables cuanto antes. Hay que tener en cuenta que los productos de temporada son más sanos y generalmente más económicos. Es importante que toda la familia haga al menos 5 comidas al día, y en el caso de los niños que tomen 5 raciones entre frutas, hortalizas y verduras, que son fuente de ácido fólico, vitamina B1, etcétera, y procurar un consumo adecuado de carnes, pescado y huevos, además de frutos secos. Deberemos controlar y reducir el consumo de bebidas azucaradas y productos de bollería industrial. Es fundamental vigilar que la alimentación sea equilibrada, ya que va a servir para recargar las pilas y combatir el cansancio y la obesidad, garantizando la ingesta adecuada de nutrientes, minerales y vitaminas.

En cuanto al descanso y sueño, durante el verano los niños suelen alterar su ritmo, ya que se levantan y se acuestan más tarde que el resto del año, por lo que deben recuperar este ritmo de forma paulatina, para lo que adelantaremos poco a poco la hora de acostarse.

Durante los primero días de cole deberíamos despertarlos con tiempo suficiente para evitar las prisas y que tengan tiempo suficiente para tomar un buen desayuno.

Otro aspecto esencial en la promoción de la salud y la prevención de futuras enfermedades es la higiene postural, que debemos fomentar en los más pequeños para prevenir la aparición de futuros problemas de espalda. Y es que los niños pasan una enorme cantidad de horas sentados, generalmente en una postura inadecuada, teniendo que cargar, en muchas ocasiones con un exceso de peso en sus mochilas. Todo esto puede desembocar en problemas de espalda y cuello muy difíciles de corregir en la edad adulta. Además mantener una buena higiene postural también ayuda a disminuir la fatiga, aumentar el rendimiento escolar y la concentración, mejorar la digestión, la respiración y favorecer el descanso, entre otros beneficios, por lo que es importante proporcionarles un entorno adecuado a su altura, y enseñarles hábitos posturales saludables.

Respecto a las mochilas escolares, lo recomendable es que no superen el 10-15% del peso del cuerpo del niño, y que se apoyen bien pegadas a la parte baja de la espalda para facilitar el control de su peso. Por supuesto siempre tenemos que tener en cuenta que la medida de la mochila se adapte a la edad y a la constitución física del niño.

Por último, es muy importante que todos los niños tengan actualizado el calendario vacunal y es recomendable hacerles revisiones periódicas de vista, y oído, para poder detectar lo antes posible cualquier alteración que pueda afectar tanto a su salud como a su proceso de aprendizaje.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats