Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Tribuna

Las gotas que dilatan la pupila

Su finalidad es valorar el fondo de ojo en su totalidad y paralizar los mecanismos de acomodación

Casi todos los niños temen el momento de las «gotitas que pican un poco», para ellos supone un mal rato momentáneo, mientras que para algunos padres continúa siendo una incógnita. En la consulta del oftalmólogo pediátrico es habitual escuchar las siguientes preguntas, ¿para qué se sirven?, ¿son indispensables?

La finalidad de las gotas tiene un doble objetivo, por un lado poder dilatar la pupila para a través de ella conseguir valorar el fondo de ojo en su totalidad. Si miramos por un agujerito muy pequeño, nuestra visión es muy limitada, por el contrario cuando ese agujero se agranda, se dilata la pupila, podemos ver el fondo de ojo en su totalidad y descartar la existencia de problemas que pudieran tener severas consecuencias si pasasen inadvertidos, como puede ser cataratas congénitas, tumores en la retina, enfermedades congénitas, etcétera? Pero hoy en día existen algunos sistemas tecnológicos que nos pueden dar cierta información similar sin tener que dilatar la pupila y eso es lo que lleva a confusión, pues muchas personas piensan que con estos equipos no es necesario poner las gotas, lo cual es totalmente falso y fruto de un marketing comercial mal entendido.

El segundo y principal objetivo que tienen las gotitas es la paralización de lo que llamamos los mecanismos de acomodación, es decir esos sistemas que hacen que el niño puede forzar la vista para intentar enfocar y que nos pueden dar falsas graduaciones. De ahí que para conocer con exactitud la graduación verdadera de un paciente, especialmente un niño, sea necesario poner esas gotas cuyo aspecto es de dilatar la pupila pero su efecto fundamental en este caso es poder conocer su verdadera situación refractiva, es decir, si necesita o no gafas.

Esta misma necesidad la tenemos no solo en los niños, sino también en todos los adultos que van a intervenirse de cirugía refractiva, lo que vulgarmente se conoce como «cirugía para quitar las gafas», donde realmente es necesario el conocimiento exacto de la graduación que se va a operar y por ello se ponen estas gotas para conocer dicha graduación con total exactitud.

En los niños es totalmente necesario instilar estas gotas pues si bien en los adultos el poder de acomodación (el esfuerzo que hacen para enfocar) va disminuyendo con la edad, en los niños son capaces de hacer este esfuerzo sin aparente dificultad y por ello podemos tener una graduación falsa si no dilatamos la pupila, pues incluso los más modernos equipos de refractometría automática pueden verse engañados cuando se trata de un niño.

En ocasiones incluso es necesario poner varias gotas a intervalo de unos minutos para conseguir paralizar ese esfuerzo y poder conocer la situación verdadera, e incluso a veces hay que recurrir a colirios más potentes instilados unos días antes para tener con exactitud la graduación del niño, sobretodo en pacientes con estrabismos cuya graduación puede influir notoriamente en algo tan importante como saber si es necesaria o no una intervención quirúrgica para resolver el problema o solamente el empleo de gafas.

Evidentemente estas gotas deben ser siempre puestas por nuestro oftalmólogo bajo estricta supervisión médica, pues puede haber algunos casos que esté contraindicado, así como será nuestro oftalmólogo el que nos indique la pauta y tipo de gota a instilar. El efecto de las gotas puede durar de unas horas a unos pocos días y sus consecuencias suelen ser la fotofobia (pupila dilatada) y la dificultad de enfocar y de leer, condicionada su severidad por el defecto refractivo que pueda existir.

Por ello, no tengamos miedo a las gotitas de la consulta puestas por el oftalmólogo, pues es la única forma de conocer con exactitud la graduación de una persona sin incurrir en márgenes de error que cuando menos pueden suponer comprar varias gafas o en situaciones peores someternos a intervenciones innecesarias.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats