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¡Ojo con las piscinas!

El aumento de la temperatura, el sol, la sequedad provocada por el viento cálido y el agua de mar o piscina son factores que hacen que los ojos sean una de las partes más vulnerables. DAVID REVENGA

Estamos en una época del año donde se deben extremar las precauciones en lo que al cuidado de los ojos se refiere. El aumento de la temperatura, el sol, la sequedad provocada por el viento cálido y el agua de mar o piscina son algunos de los factores que hacen que los ojos se conviertan en una de las partes más vulnerables durante el verano. Por ello, los especialistas de Oftálica dan algunos consejos «para disfrutar sin poner en peligro tu salud ocular y la de tus hijos».

Según el director médico de Oftálica y especialista en Oftalmología Pediátrica, el doctor Enrique Chipont, «el exceso de cloro en las piscinas incrementa el riesgo de sufrir irritación e infecciones oculares en verano. El cloro es muy irritante para los ojos, sobre todo en exceso».

El doctor Chipont advierte que «la irritación suele aparecer después de 30 minutos de baño y el efecto más frecuente producido por el cloro son las irritaciones e infecciones oculares, pero también puede conllevar problemas de oído».

Las conjuntivitis se multiplican durante el verano debido al mayor contacto, el aire acondicionado y sobre todo al exceso de cloro y al baño en aguas no tratadas. Por eso se recomienda el uso de gafas de buceo, «se ha comprobado que nadar sin ellas puede suponer un riesgo para la integridad del epitelio corneal, que actúa de barrera protectora de la córnea»,comenta el doctor Chipont.

Ante la aparición de síntomas de conjuntivitis es aconsejable la visita inmediata a un oftalmólogo para que confirme el origen y pueda indicar el tratamiento adecuado y evitar el contacto con los demás «ya que es una infección que se transmite con mucha facilidad».

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