Realmente se trata de un tipo de estrabismo, pero de características muy particulares, pues su aparición puede conllevar una importante pérdida de agudeza visual o ser incluso un indicativo de ello; es decir, cuando se tiene un nistagmus la visión puede ser muy mala, pero también ocurre que cuando ese nistagmus aparece desde temprana edad, sea la consecuencia de una visión muy pobre. Es decir, el nistagmus puede ser la causa o la consecuencia de una mala visión.
Cuando este movimiento incontrolado aparece en un adulto de forma repentina, debemos descartar que exista un proceso neurológico mucho más severo que sea el causante de esta manifestación y descartar algunos procesos que pudieran incluso comprometer la vida del paciente; esto exige la colaboración interdisciplinar con un neurólogo y no solo del oftalmólogo.
Cuando ocurre desde niños en ocasiones lo que el niño hace es buscar una posición de la cabeza donde los ojos muevan menos; es decir, si mirando hacia arriba los ojos controlan ese movimiento, lo que hará será inclinar la cabeza hacia abajo para llevar los ojos siempre a esa posición donde se mueven menos y así conseguir una mejor visión. Esto es lo que llamamos un tortícolis y que por raro que nos parezca en muchas ocasiones no se debe a un problema del cuello, sino a un problema de los ojos y será en estos casos cuando con una operación de los músculos de los ojos, del estrabismo, conseguiremos aminorar ese tortícolis.
Hoy en día existen modernos métodos que nos permiten registrar los distintos componentes del nistagmus, así las últimas tecnologías en videonistagmografía de las que somos expertos y pioneros, nos permiten registrar con total exactitud los movimientos de los ojos como si se tratara de una cámara lenta y analizar las distintas posiciones de la cabeza para ver en detalle aquellos aspectos que la simple visualización no lo permite. Estas técnicas de videooculografía-videonistagmografía se basan en modernos sistemas de cámaras infrarrojas que registran el movimiento de los ojos en los tres ejes del espacio, con definiciones superiores a 1º, mucho más de lo que el ojo y la mano del explorador pueden medir.
Gracias a estos modernos procedimientos podemos ofrecer una mayor seguridad en nuestras intervenciones en los pacientes adultos y nos permiten aproximarnos a la cirugía más adecuada en los niños.
Así mismo los últimos estudios apuntan hacia tratamientos con toxina botulínica que instaurada en edades muy tempranas pueden paralizar temporalmente el movimiento de los ojos y conseguir un mejor desarrollo de la agudeza visual en esos momentos iniciales pero cruciales en el desarrollo.
El nistagmus es un problema serio que conlleva en ocasiones importantes pérdidas visuales irrecuperables en el futuro, lo cual hace que cualquier esfuerzo para aminorarlo sea de sumo interés. Así mismo los tortícolis, esos giros de la cabeza para enfocar, son sumamente invalidantes y restringen sobremanera el campo de visión, con lo cual cualquier tratamiento que ayude a eliminarlos o mejorarlos es de gran importancia.
Los pacientes con nistagmus deben ser evaluados conjuntamente por el oftalmólogo especialista en estrabismos en colaboración con un neurólogo para descartar cualquier otro proceso causante del mismo y de esa labor conjunta con el apoyo de las modernas tecnologías de videonistagmografía, podremos abordar el tratamiento de una patología de gran importancia por sus consecuencias y sus limitaciones para el futuro de nuestros pacientes.
Las modernas técnicas de registro de imagen como la videooculografía nos están abriendo las puertas al conocimiento de una patología cuya complejidad de registro hacía que hasta la fecha fuera muy difícil su tratamiento. Sin duda el futuro nos deparará avances que vendrán de la mano de estas técnicas que considero imprescindibles en cualquier unidad de estrabismos de alto nivel.
