La terapia fotodinámica (TFD), hasta ahora aplicada a afecciones dermatológicas superficiales, ha logrado «mayores cuotas de profundidad cutánea» merced a un innovador y ya ensayado sistema que será presentado hoy sábado en Alicante.
Si hasta ahora la aplicación de la TFD no lograba superar los tres milímetros de profundidad dérmica, una investigación aplicada a esta terapia va a permitir tratar hidrosadenitis, carcinomas basocelulares y queloides localizados a tres centímetros de la epidermis.
Avance respecto a la TFD clásica
Así lo han aseverado fuentes de IDP Light-Intermedic, firma responsable de la comercialización de este tratamiento, que ve la luz gracias al trabajo de investigación que viene realizando desde hace años el jefe del Servicio de Dermatología del Complejo Hospitalario de León, Manuel Ángel Rodríguez Prieto. Junto a otros facultativos, entre los que figura el alicantino Manuel Asín, Prieto ha logrado solventar algunas dificultades que presentaba la TFD clásica, especialmente, en el tratamiento de patologías localizadas fuera del entorno cercano a la piel.
Esta terapia produce una destrucción de las mismas, según han explicado las mismas fuentes. Sin embargo, tiene como principal inconveniente la poca absorción por los tejidos, tanto del sensibilizante como de la luz, lo que limita la aplicación a patologías muy superficiales (entre dos y tres milímetros).
