Coincidiendo con el Día Internacional del Hombre, hace once años en Melbourne, a un grupo de amigos muy sensibilizados con la idea de dar a conocer la importancia que tiene para el varón la detección precoz del cáncer de próstata, se les ocurrió la feliz de idea de iniciar una campaña que consistió en dejarse bigote durante el mes de noviembre, la bautizaron con el nombre de Movember (moustache + november). La campaña pretendía concienciar a la población masculina y femenina, mostrando un signo físico muy evidente, el bigote, que indujera a la gente a preguntar el por qué del cambio. Esta campaña, en la que han participado más de 1.000.000 de personas, se ha seguido realizando todos los años y ha recaudado más de 150.000.000 de dólares. Quizás sea una manera poco ortodoxa de dar a conocer la importancia del cáncer de próstata (segundo cáncer más frecuente en el varón y que se diagnostica en más de 19.000 pacientes al año) pero es, indiscutiblemente, más eficaz que cualquier artículo científico para llegar a la población. Un caso similar a Movember, por su impacto social, ha sido la campaña del cubo de agua fría en beneficio de la ELA (esclerosis lateral amiotrófica) que tanta repercusión mediática ha tenido y que ha estado sustentada por las nuevas formas de comunicación como son los smartphones y redes sociales como facebook y YouTube. Estas campañas que pretenden llamar la atención, que la gente hable, comente y se ría, pueden difundir el mensaje mucho más rápidamente y llegar a sensibilizar a muchas más personas que a través de los medios tradicionales.
La prevención del cáncer de próstata cobra especial relevancia porque puede ser curado si se diagnostica a tiempo.
¿Cómo se realiza el diagnóstico?
En una primera fase el paciente se someterá a una analítica de sangre estándar incluyendo el PSA, a una ecografía vesical-prostática y a un tacto rectal. En una segunda fase, si el médico encuentra datos que sugieran la posibilidad de padecer la enfermedad completaríamos el estudio con resonancia magnética y biopsia prostática.
¿Quién debe realizarse el estudio?
Todos los varones a partir de los 50 años y todos los varones a partir de los 40 años con antecedentes familiares de cáncer de próstata.
Cada vez más se afirma la conveniencia de realizar una ecografía y analítica de sangre PSA en los varones de 40 años y después, cada 2 años. Aun teniendo claro que la detección precoz del cáncer de próstata permite descubrir el tumor en pacientes que no presentan ningún síntoma, y por tanto poder curarlo algunas sociedades científicas insisten en seleccionar el tipo de paciente que realmente se beneficiaría de la detección precoz. Sin duda, los nuevos marcadores tumorales bioquímicos y genéticos nos permitirán detectar a los pacientes adecuados.
