Los responsables municipales de Aspe están preocupados porque en menos de un mes se han precipitado sobre la vía pública dos ramas de árboles de gran tamaño. Las caídas han sido repentinas, en momentos en los que apenas soplaba el viento, y por fortuna no ha habido que lamentar daños personales.
Pero, ante el temor de que la situación pueda volver a repetirse, el alcalde Antonio Puerto y el concejal de Medio Ambiente, José Manuel García, han encargado un estudio a la consultora medioambiental que trabaja para el Ayuntamiento con el fin de que sus técnicos revisen todo el arbolado municipal. En un corto plazo de tiempo deberán emitir una valoración acerca del estado de conservación de los ejemplares y, en caso de ser necesario, también deberán indicar las acciones a emprender para evitar nuevos «sustos».
Los expertos van a comenzar el lunes a realizar las inspecciones de los más de 5.000 árboles que hay repartidos por todo el casco urbano. Si la consultora medioambiental determina que hay que actuar sobre algunos ejemplares concretos serán entonces los operarios del departamento de Servicios Municipales quienes se encarguen de acometer las podas selectivas.
El primero de los percances se produjo a las doce y media de la noche del pasado 23 de agosto. La pesada rama de una melia, también conocida como árbol santo, cayó sobre el parque infantil que hay junto al Mercado de Abastos. Afortunadamente nadie se hallaba en ese momento en ese lugar por lo que la única consecuencia fue la rotura de una papelera.
El segundo desplome ocurrió a las ocho y media de la tarde del pasado jueves en la transitada avenida de Orihuela. En este caso la enorme rama de un pino centenario destrozó la valla perimetral de la Residencia de Ancianos Virgen de las Nieves. La Policía Local tuvo que regular el paso de vehículos y personas para evitar riesgos hasta que los operarios municipales pudieron retirar la rama. En ninguno de los casos se habían detectado indicios previos de que algo así pudiera ocurrir. Los expertos creen que detrás de este fenómeno está la sequíasequía. La acuciante falta de lluvias está debilitando el arbolado urbano a pesar de los riegos de socorro realizados por el Ayuntamiento.
