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La siesta reduce el estrés

La siesta reduce el estrés

Dormir la siesta parece una tarea típica del verano. La mayoría de las personas asocian estos dos conceptos por tener más tiempo libre al día y poder dedicarle unos minutos al descanso tras la comida. Y es que la tan criticada siesta tiene importantes beneficios para la salud, tanto físicos como psicológicos. El doctor Esteban de Vicente, responsable de la Unidad del Sueño de Hospital Quirón Torrevieja, explica que «la siesta reduce el grado de estrés y las tensiones físicas, aumenta la capacidad de concentración del individuo en un 34%, refuerza totalmente el estado de alerta y disminuye en un 37% los riesgos de padecer enfermedades cardiovasculares». Además, mejora la alerta y el rendimiento en los trabajadores por turnos.

El tiempo recomendable que debemos dormir en la siesta oscila entre los 20 y 30 minutos, pues de esta forma reponemos las fuerzas necesarias para afrontar el resto de la jornada. Sin embargo, al echarnos una siesta de más de media hora, el efecto que obtenemos es el contrario, teniendo una sensación de malestar general y de un cansancio mayor al que teníamos antes.

Sin embargo, «la siesta no se aconseja en pacientes con insomnio», destaca el doctor De Vicente, «dormir una siesta más larga o más tarde de lo recomendado no es beneficiosa para el individuo ya que afecta a la calidad y duración del sueño nocturno. Pacientes que duermen siestas de más de 20 minutos pueden sufrir «sleep inertia», es decir, el paciente se levanta embotado con dolor de cabeza en ocasiones y con sensación no reparadora del sueño -se levanta más cansado que cuando inició la siesta-. La siesta también debe de hacerse en determinados momentos del día preferiblemente inmediatamente antes o después de comer.

La mayoría de veces que pensamos en echarnos una siesta el único objetivo que nos proponemos es reponer fuerzas de una manera rápida y breve. Sin embargo, no tenemos en cuenta cómo debemos hacerlo para lograr una siesta perfecta. Para conseguirlo debemos evitar, en la medida de lo posible, los ruidos y la claridad, con una buena temperatura en la habitación para favorecer la calidad del sueño, y dormir la siesta cómodos.

Tipos de siestas

Las siestas pueden ser:

- Planificadas. Cuando vamos a ir a dormir un poco más tarde, por ejemplo en verano por que la mayoría de las actividades se inician cuando hace menos calor y esto lleva a que nos acostemos más tarde.

- Emergencia. Se producen al encontramos muy cansados y no poder continuar la actividad, sería el caso de las siestas para combatir el adormecimiento o fatiga en la conducción en periodo estival cuando nos desplazamos de un sitio a otro por la carretera).

- Habituales Corresponde al sujeto que hace la siesta todos los días a la misma hora, por ejemplo la de los niños pequeños cada tarde y la de los adultos después de comer.

El doctor De Vicente, señala la importancia del descanso para un buen rendimiento diario tanto en el trabajo como en las actividades cotidianas. Por ello, los trastornos del sueño, como la conciliación del mismo o las alteraciones relativas a su duración, necesitan ser tratadas por especialistas que ayuden a solucionar estos problemas, por lo que es recomendable asistir a una Unidad de trastornos del sueño como la de Hospital Quirón Torrevieja, que cuenta con la última tecnología para la realización de pruebas neurofisiológicas, que den el diagnóstico de las alteraciones del sueño y de la actividad bioeléctrica cerebral.

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