La cocina es una forma de aprender que va mucho más allá de las meras dotes culinarias. Que se lo digan si no a los alumnos de 3º de Primaria del CEIP Miguel Hernández de Elche, que con la ayuda de sus profesoras Cristina Escudero y María Maestre descubrieron hace poco cómo un postre de nata puede ser una rica explicación acerca de los colores primarios y secundarios, y de las diversas tonalidades cromáticas que existen. Una pequeña cantidad de colorante alimentario sirvió para que la nata adquiriera aspectos muy distintos al blanco al que estamos más acostumbrados. Así elaboraron barquillos rellenos de diversos colores, además de una tarta que hizo aún más visible la aplicación de la cocina en la escuela.