Revela claras influencias de Alien, el clásico de ciencia-ficción de Ridley Scott y es un thriller de terror sobre un equipo de científicos en una misión a bordo de la Estación Espacial Internacional, que se convierte en algo terrible al descubrir una forma de vida que evoluciona rápidamente, que causó la extinción en Marte, y que ahora amenaza a la tripulación y a toda forma de vida en la Tierra. La ha dirigido el cineasta sueco, nacido en Chile, criado en África y formado en Suecia Daniel Espinosa, autor de títulos del impacto en taquilla de Dinero fácil en 2010, El invitado en 2012 y El niño 44 en 2015 y en su reparto figuran Jake Gyllenhaal, Rebecca Ferguson, Ryan Reynolds e Hiroyuki Sanada.

La intención en Life (Vida), según declaró el actor Ryan Reynolds, era crear un thriller de terror tan realista que pudiese ser un titular en la actualidad. «El guion tiene un alto grado de realismo y de tensión constante. Empieza con un halo misterioso en el que poco a poco la tensión se adueña de la película a medida que descubrimos más sobre esa cosa que hemos introducido en la Estación Espacial Internacional».

Antes de que le propusieran dirigir Life (Vida), Daniel Espinosa ya había estado pensando en las distintas maneras en las que sus ídolos del cine habían abordado el género de la ciencia ficción. «Creo -dijo- que la razón por la que tantos buenos directores han probado con la ciencia ficción es para trabajar con lo desconocido, el miedo o la fascinación por lo desconocido. Vivimos una vida bastante corriente, pero en el espacio te adentras en una aventura, no sabes cómo es, cómo se siente, cómo puede afectarte ni dónde está. No hay sonido. Eso es aterrador».

Después de leer el guión de Life (Vida), Espinosa señaló que más que ciencia-ficción le parecía ciencia realista, recalcando la noticia de que los científicos han encontrado indicios de agua en Marte, miles de exoplanetas rotando alrededor de otras estrellas e incluso han despertado microbios de 50.000 años de antigüedad que han estado hibernando dentro de cristales.

«No estamos haciendo una película -añadió la productora Dana Goldberg- que tiene lugar dentro de cien años. Lo que de verdad queríamos hacer es una película que pareciese más un hecho científico que ciencia ficción». Por su parte, el coguionista Paul Wernick expresó que encontrar vida en otros planetas es obviamente muy excitante y «creemos poder estar muy cerca de ello. Creo que esos son los cimientos de la película».

«Cuando la nave Curiosity llegó a Marte -manifestó el productor David Ellison-, Dana y yo tuvimos una idea. ¿Y si la Curiosity descubre vida unicelular en Marte y la lleva de vuelta a la Estación Espacial Internacional para analizar?». ­­­­­A partir de este momento de realidad, la terrorífica imaginación de los guionistas toma el control. «Creo -apuntó Reese- que lo que de verdad da miedo de descubrir vida extraterrestre es que no sabemos si sus intenciones serán amistosas u hostiles, si serán inteligentes o no, si nos dominarán o les dominaremos nosotros. Creo que eso es un miedo real. Stephen Hawking señaló que la vida extraterrestre puede no ser amistosa ni tener unos planes muy bonitos para la humanidad».